Estoy acá, viviendo una vida distinta a la que pensé alguna vez.
Y me gusta, porque la solidaridad que siempre estuvo en mí, hoy puede ser canalizada en una realidad en la que me encuentra preparado.
Toda mi vida he sido un gran alumno y aprendí de distintas situaciones.
Las más extremas me han hecho apresurar lo que no hubiese querido saber, pero eso me dio fuerza.
Las más simples, me han hecho más emocional.
Y me considero buena persona, porque soy una persona y con eso estoy bien.
Me considero sabio por pasar mis enseñanzas a todo aquél interesado en crecer; porque yo crecí, porque me hice fuerte.
Mi corazón ha latido de muchas formas y siempre ha estado Dios ahí y en todo mi ser.
Jamás se alejó de mí, ni siquiera cuando pasé por malos episodios.
Siempre estuvo y estará.
Crecí con valores y siendo yo mismo, buscando mi destino y encontrando mi ser.
No hay mayor maestría que aprender a vivir la vida.
La mejor escuela es la calle, es la realidad.
Esa realidad donde trata de desfocalizar mi estilo de vida y mis opiniones.
La que me ayuda a seguir siendo rebelde y solo hacerle caso a la verdad, mi verdad.
El sol que brilla en mi ser no es diferente al que lo hace con vos; solo que la iluminación es más artística.
Todos pertenecemos a un planeta que quiere ser destrozado, pero la fuerza del amor, luchará para defendernos de lo que va en contra de la felicidad.
Nadie puede optar la versión mala; el lado B de las cosas.
Y hoy estoy acá, abriendo mi ser.
Y quiere ser escuchado para seguir creciendo.
Y hoy me sé guiar, porque aprendí a encontrar mi camino.
Un largo camino de sensaciones tan distintas como cada segundo de todas las vidas.
Abriendo mi ser, se puede ver la carne viva, mi esencia.
Esa que no es apta para todos, porque no quiero ser igual a nadie, yo no soy parte de un todo.
Y esa unidad es la que me hace único.
Yo no soy lo que quieran que sea, no pertenezco a modas.
Soy y con eso basta!
Personalidad caprichosa.
Sentimental hasta en el más íntimo secreto.
Porque por mis venas no solo corre sangre; sino que hay pasión que me incentiva a seguir, porque siguiendo no me estanco y le doy salud mental a mi ser.
Mi cerebro no deja de pensar y mi cuerpo no deja de vivir.
El corazón, alejado por cuenta propia de todo lo dañino, tan solo quiere ser espectador.
Hoy está bien y no ha sido fácil lograr este estado.
Esta tranquilidad permite mi aceleración en otras partes de mi ser.
Y hoy estoy abriendo mi ser y puedo reflejar pureza,
Y me gusta, porque la solidaridad que siempre estuvo en mí, hoy puede ser canalizada en una realidad en la que me encuentra preparado.
Toda mi vida he sido un gran alumno y aprendí de distintas situaciones.
Las más extremas me han hecho apresurar lo que no hubiese querido saber, pero eso me dio fuerza.
Las más simples, me han hecho más emocional.
Y me considero buena persona, porque soy una persona y con eso estoy bien.
Me considero sabio por pasar mis enseñanzas a todo aquél interesado en crecer; porque yo crecí, porque me hice fuerte.
Mi corazón ha latido de muchas formas y siempre ha estado Dios ahí y en todo mi ser.
Jamás se alejó de mí, ni siquiera cuando pasé por malos episodios.
Siempre estuvo y estará.
Crecí con valores y siendo yo mismo, buscando mi destino y encontrando mi ser.
No hay mayor maestría que aprender a vivir la vida.
La mejor escuela es la calle, es la realidad.
Esa realidad donde trata de desfocalizar mi estilo de vida y mis opiniones.
La que me ayuda a seguir siendo rebelde y solo hacerle caso a la verdad, mi verdad.
El sol que brilla en mi ser no es diferente al que lo hace con vos; solo que la iluminación es más artística.
Todos pertenecemos a un planeta que quiere ser destrozado, pero la fuerza del amor, luchará para defendernos de lo que va en contra de la felicidad.
Nadie puede optar la versión mala; el lado B de las cosas.
Y hoy estoy acá, abriendo mi ser.
Y quiere ser escuchado para seguir creciendo.
Y hoy me sé guiar, porque aprendí a encontrar mi camino.
Un largo camino de sensaciones tan distintas como cada segundo de todas las vidas.
Abriendo mi ser, se puede ver la carne viva, mi esencia.
Esa que no es apta para todos, porque no quiero ser igual a nadie, yo no soy parte de un todo.
Y esa unidad es la que me hace único.
Yo no soy lo que quieran que sea, no pertenezco a modas.
Soy y con eso basta!
Personalidad caprichosa.
Sentimental hasta en el más íntimo secreto.
Porque por mis venas no solo corre sangre; sino que hay pasión que me incentiva a seguir, porque siguiendo no me estanco y le doy salud mental a mi ser.
Mi cerebro no deja de pensar y mi cuerpo no deja de vivir.
El corazón, alejado por cuenta propia de todo lo dañino, tan solo quiere ser espectador.
Hoy está bien y no ha sido fácil lograr este estado.
Esta tranquilidad permite mi aceleración en otras partes de mi ser.
Y hoy estoy abriendo mi ser y puedo reflejar pureza,
porque la dureza que me ha hecho crecer,
solo es parte del pasado vivido
y si alguna vez he sufrido,
fue parte del aprendizaje
y en este aterrizaje,
me permito ser feliz.
Abriendo mi ser, con la llave del amor que vive en mí.
MARIANO SANTORO
Abriendo mi ser, con la llave del amor que vive en mí.
MARIANO SANTORO