miércoles, 5 de septiembre de 2012

Mostrar el alma

Mostrar el alma es mostrar el amor que se siente por vivir cada día y por amar la vida.
Mostrar la libertad, de poder ser libres de tomar decisiones y creer que todas son positivas.
Mostrar la música, las melodías que creamos cada día mientras disfrutamos de la vida.
Mostrar la amistad genuina y sana que perdura a través de los años.
Al abrirnos, sale a la luz toda nuestra luz; todo lo bello de nuestro ser.
Un mundo de bellezas, arcoiris que nos deslumbran y lo hacen a todos los que miran, ya que es amor contagioso.
Tenemos una inmensa cantidad de naturaleza sabia, para poder llenar espíritus y sanar entes bloqueadas.
Todo lo que hay en nuestra alma, sirve para limpiarnos; para alejar lo oscuro, ya que no tiene permitido el ingreso a nuestro ser.
Y tenemos la mejor fuente de vida, un mar de sueños e ideas que fluyen y se hacen ríos y crecen a mares y océanos de amor.
Dios vive en el alma y vigila nuestro corazón.
La paz está en nosotros.
Todo lo que necesitamos está en nosotros y todo lo externo que tengamos ganas de tener, será para sumar.
Es muy bueno sentir necesidad de dar y amar.
Busquemos en nuestro interior para encontrar la sabiduría de seguir creciendo y obteniendo logros personales y en diferentes niveles.
Todo es crecer, cuando mostramos nuestro ser.
Solo el amor, puede quitarnos el dolor.
Cuando nos vestimos, no solo abrigamos el cuerpo, sino que lo protegemos.
Vestirse bien y agradable a la vista nos muestra como estamos por dentro.
Una exteriorización de lo que sentimos.
Esa vestimenta es la que nos hace elegantes y nos llenamos por dentro.
Cuando mostremos nuestro verdadero ser, pensemos en el bien y en que nada malo llegará a nosotros.
Saquemos sentimientos de amargura y tristeza, saquemos lo que no nos da color.
Vistamos nuestro cuerpo con color, con vida.
Por dentro, tenemos los mejores colores más maravillosos que nuestros ojos puedan llegar a mirar.
Y cuando alguien se acerque, nos mirará y descubrirá que estamos llenos de luz.
Porque nos fuimos vistiendo con alegría, con luz, con milagros y con asombro.
Mientras crecíamos en edad, nos llenamos de experiencia.
Fuimos haciendo espacio y tirando lo que nos empujaba a lo que no queríamos.
Tiramos lo malo, reciclamos algunas cosas para darle nuevas oportunidades y sumamos personas y recuerdos sanos.
Mostrar el alma, es lo más puro que podamos hacer.
Seamos sinceros, seamos nosotros.
Abramos el alma a todos los que quieran conocer quienes somos en esencia.
Poblemos ese mundo interno con personas que sepan amar.
Alguna de esas personas, tendrá el lugar más privilegiado para vivir en nuestro interior.
Y ese lugar, se llama corazón.
MARIANO SANTORO