sábado, 9 de febrero de 2013

Cuando te animes a bailar

Cuando te animes a bailar, dejarás de estar esperando que la vida pase mientras estabas sentado.
Bailar es expresar lo que muchas palabras no pueden decir.
Tu cuerpo necesita sentir mucho más de lo que uno está acostumbrado.
Hay momentos en los que la quietud nos provoca una fea sensación y sentimos la ausencia de algo.
Quizás alguna vez nos lo hayan quitado, quizás lo dejamos perder y nos sumergimos en una estabilidad que nos estancó.

Cuando te animes a bailar, hazlo con el ritmo de tu corazón; tus latidos y lo que sientas de amor por la vida, te darán lo necesario para que saltes del lugar en donde estés y bailes.
Tu vida tiene y debe tener un ritmo especial.
Cada día vivimos diferentes situaciones y muchas, nos quieren empujar, nos quitan la energía y nos dejamos estar.
Corren los días ya que la velocidad mundana es muy diferente a lo que alguna vez soñamos.
Y no se trata de llegar antes a ningún sitio.
Nadie nos corre ni debe apurarnos.
Cada uno tiene su propio ritmo.
Por eso, cuando te animes a bailar; esta vez será distinto, porque ha salido de tus entrañas.

Saldrá de las inmensas ganas de exteriorizar y que tu cuerpo hable.
Cada miembro y órgano de tu cuerpo tiene algo para decir.
El lenguaje del cuerpo es distinto al de las palabras; al que habitualmente conocemos.
Salgamos de lo básico, de lo standard, de lo que conocemos y nos quedamos con eso por comodidad.
Ya que una vida cómoda, no nos satisface, sino que nos frena a seguir proyectando.
Tu cuerpo genera notas musicales que hacen que cada día, seas una hermosa melodía.
Vivir en armonía y que todos tus sentidos hagan música y luego, simplemente te sueltes y te dejes llevar por tu propio ritmo.

Cuando te animes a bailar de verdad, vas a ver que lo que hiciste anteriormente, solo era caminar lento.
Dejá volar tu imaginación; viajá por tu mente y pensá en una canción; la que más te guste, la que te traiga los mejores recuerdos.
Comenzá de a poco a recordar cada segundo.
Vivilo, sentí cada nota y hacela tuya; que corra por tus venas.
Que comiences a mover cada miembro de tu cuerpo y que salga lo que sea; no importa el orden, sino que te dejes fluir.
Cada parte, cada brazo y cada pierna harán lo suyo y sentirás una liberación muy especial.
La libertad de ser quien querés ser; sin prejuicios, ni temores.
Ser vos mismo y disfrutando de lo que hacés.

Cuando te animes a bailar, ya no repetirás historias, ya no recorrerás los mismos caminos que te llevaron a la quietud emocional.
Hoy ya todo es música, hoy, ya volvés a ser vos.
Cuando te animes a bailar, brillarás tanto que serás luz que ilumine la vida de quien se acerque a tu vida.
Y junto a ellos, bailarás; porque te sentís feliz de empezar a vivir haciendo lo que más amás.

MARIANO SANTORO