viernes, 19 de abril de 2013

Tu verdadero tesoro

Todo camino hacia el interior, te hace descubrir sorpresas que vivían en vos.
Desde la personalidad, deseos íntimos y mucho más.
Tu verdadero tesoro está dentro de ti.
Cuando se dice que uno llegó hasta el fondo o hasta la profundidad, es ahí donde se aloja la salvación.
La idea sanadora que nos permite saber que ya no hay más fondo, ya no hay más adonde ir, porque llegamos al lugar indicado y si nos dejamos llevar por los pensamientos positivos, obtendremos respuestas a cada problema.
Toda la oscuridad que nos impida seguir viendo y viviendo; necesita de nuestra propia luz y reside en el interior.

Ese es el gran tesoro que debemos proteger.
Muchas veces somos nosotros quien necesitamos ayuda en vez de darla, de ofrecerla porque somos solidarios natos.
Esa falta momentánea de protección nos deja desnudos de alma y casi débiles.
Y ese tesoro tiene los mensajes correctos que nos hablarán de una manera especial y nos darán soluciones.
Por fuera, podemos ser extremadamente duros, hasta parecer irrompibles.
Pero esa dureza es lo que cubre el cuerpo frágil; que la única pesadez que tiene, es el malestar que nos provoca la mala energía.
Esa debilidad que nos comienza a empujar; nos tambalea los pensamientos.
Creemos que ya no hay fuerzas y sí las hay; siempre están y llegan en el instante exacto.
Tu verdadero tesoro no es material, sino que ayuda a tu materia, a tu cuerpo, a tu ser.

La mayor riqueza que tenemos es vivir una vida honrada, humilde y sincera.
Riquezas que se depositan en la confianza que brindamos a los demás.
Porque somos ricos y todo ese tesoro lo invertimos en nuestro propio banco, que es la salud mental y en tener una vida digna.
Llega un momento en la vida en la que no tenemos que buscar más, sino que tenemos la obligación de encontrar.
Encontrar paz, buenos amigos, sabiduría, personas a quien querer, sumar proyectos, realizar sueños y todo lo que la vida nos regale.
Mucho de todo eso, está escondido en nuestro ser y es necesario empezar a encontrarlas.
Si vemos una llave, se abrirá una puerta y a la vez, otra más y en cada una, habrá algo sorprendente, algo que nos motivará a seguir.
Nuestros sentidos también son llaves; incluso nosotros mismos.

Ya que al tener una apertura a lo positivo, la felicidad se nos para delante y entramos a vivir en un estado adictivo.
Nos generará más energía para seguir encontrando, para alegrarnos y saber que siempre hay más para nosotros y vive en nosotros.
Y vivirá, porque este camino, no tiene fin.
Todo lo verdaderamente bueno, no caduca.
El amor no vence.
Las buenas acciones no vencen.
Y de esa manera, seguiremos venciendo los prejuicios y lo que hasta ayer, nos ataba a algo que no nos dejaba ver ese gran tesoro.

MARIANO SANTORO