Amanezco y ya empiezo el día con positividad.
Despertar de un sueño donde he proyectado acciones por hacer.
Abrir mis párpados y encontrarme con un mundo donde puedo darle el mejor sentido.
Elegir poder ser feliz durante el día.
Permitirme jugar y hacer lo que sienta mi corazón.
Darme oportunidades, porque cuando una mente está en positivo, las cosas salen bien.
Mirar y descubrir que hay mucho por delante, ya que me he encargado de dejar el pasado en su lugar.
Deslumbrarme con lo que la naturaleza tenga para ofrecerme en este día y que el presente, me de el regalo que esté reservado para mí.
Recibiré lo mejor, porque estoy dispuesto y porque me he preparado a enfrentar lo que venga, porque viven en mí, sentimientos positivos.
A la vez, cerraré todas las puertas y todos los caminos que me alejen de mi meta; porque mi destino no ha sido elegido por mí, sino que Dios me lo ofrece.
Todo lo que Dios permita que viva, es puro aprendizaje y las fuerzas que necesite, aparecerán en el momento indicado.
Todo tiene un plan y en mi positividad, quiero paz y armonía.
He sabido echar buenas raíces y crecerá felicidad a través de mí y a mi alrededor, todo se contagiará.
Las ramas del árbol de mi vida, se abrazarán con fuerza a mis ideales.
Mis metas, se cumplirán y nacerán otras, ya que en la cadena de la felicidad, cada eslabón es para sumar.
Se integra y se suma, se comparte las ilusiones y se las disfruta cuando se hacen realidad.
Y hay un futuro, hay estrellas que me iluminan y hacen de guía para que siga caminando.
He visto a modo profético varias instancias de mi vida y me han sabido dar nuevas oportunidades.
En toda la positividad que puedo ejercer, me dejo sorprender porque sé que siempre hay algo más.
Veo mucha luminosidad porque mi brillo interno está en su plenitud.
La juventud que vive mi niño interno, es quien juega y es hábil con las movidas de cada día.
El amor, se lo dejo al azar del destino, porque no estar solo no significa tener compañía.
Mi mejor compañía es la positividad.
Mi futuro, es vivir este presente limpio de mente y alma.
La pureza de mis sentimientos, serán la luz de quien necesite salir de su oscuridad.
Positividad y ayudar para ayudarnos, es crecer, para elevarnos.
MARIANO SANTORO
Despertar de un sueño donde he proyectado acciones por hacer.
Abrir mis párpados y encontrarme con un mundo donde puedo darle el mejor sentido.
Elegir poder ser feliz durante el día.
Permitirme jugar y hacer lo que sienta mi corazón.
Darme oportunidades, porque cuando una mente está en positivo, las cosas salen bien.
Mirar y descubrir que hay mucho por delante, ya que me he encargado de dejar el pasado en su lugar.
Deslumbrarme con lo que la naturaleza tenga para ofrecerme en este día y que el presente, me de el regalo que esté reservado para mí.
Recibiré lo mejor, porque estoy dispuesto y porque me he preparado a enfrentar lo que venga, porque viven en mí, sentimientos positivos.
A la vez, cerraré todas las puertas y todos los caminos que me alejen de mi meta; porque mi destino no ha sido elegido por mí, sino que Dios me lo ofrece.
Todo lo que Dios permita que viva, es puro aprendizaje y las fuerzas que necesite, aparecerán en el momento indicado.
Todo tiene un plan y en mi positividad, quiero paz y armonía.
He sabido echar buenas raíces y crecerá felicidad a través de mí y a mi alrededor, todo se contagiará.
Las ramas del árbol de mi vida, se abrazarán con fuerza a mis ideales.
Mis metas, se cumplirán y nacerán otras, ya que en la cadena de la felicidad, cada eslabón es para sumar.
Se integra y se suma, se comparte las ilusiones y se las disfruta cuando se hacen realidad.
Y hay un futuro, hay estrellas que me iluminan y hacen de guía para que siga caminando.
He visto a modo profético varias instancias de mi vida y me han sabido dar nuevas oportunidades.
En toda la positividad que puedo ejercer, me dejo sorprender porque sé que siempre hay algo más.
Veo mucha luminosidad porque mi brillo interno está en su plenitud.
La juventud que vive mi niño interno, es quien juega y es hábil con las movidas de cada día.
El amor, se lo dejo al azar del destino, porque no estar solo no significa tener compañía.
Mi mejor compañía es la positividad.
Mi futuro, es vivir este presente limpio de mente y alma.
La pureza de mis sentimientos, serán la luz de quien necesite salir de su oscuridad.
Positividad y ayudar para ayudarnos, es crecer, para elevarnos.
MARIANO SANTORO