Fidelidad a uno mismo, a los sentimientos, a lo que se ama.
Fidelidad a la esencia que nos ha hecho personas decentes.
Fidelidad a saber agradecer todos los presentes de Dios.
Lo que simboliza el amor, es como explicar qué es Dios; simplemente se siente en las entrañas y en todo nuestro ser.
Amar al otro es encontrarnos, es saber que se puede compartir, que se puede creer.
Que podemos ser nosotros mismos sin disfraces.
Que podemos hablar, sin siquiera pronunciar una palabra.
Que podemos vernos y ya sabemos las necesidades del otro.
Fidelidad es reflejarme en la mirada que me presta atención y nos conecta el amor.
Fidelidad es darle valor a lo que realmente tiene valor y no solo en nuestra vida, sino en los que nos rodean y viven una vida similar.
Fidelidad es estar presente en el momento de angustia y tristeza y hacer lo posible para revertir ese estado.
Lo que nos hace unirnos a otro ser, el deseo de acompañarnos en el camino elegido.
Amarnos, es nuestro gran deber y una obligación para sentirnos bien y así, poder hacer el bien.
Que podemos distanciarnos y que en el instante preciso de malestar, sentimos la presencia.
Que podemos acostarnos y nuestra conciencia nos habla y nos dice que todo está bien, que podemos estar tranquilos y en paz.
Que podemos sorprendernos porque las buenas acciones nos hacen emocionar.
Y que podemos escuchar truenos, pero al sernos fieles, no tenemos temor, sino que vemos el lado positivo y la transformamos en lluvia.
Lluvia de pequeñas cápsulas de amor que nos bañan, nos limpian de lo negativo.
Que cada ducha, es renovación interna y que lo que la vida nos haya descolocado, lo pone en el lugar correcto.
Porque todo en la vida tiene un sentido.
Todo tiene un plan maestro.
Porque el amor es el sentimiento más fiel que existe.
Y que al unirnos, las almas se fusionan y el amor crece; los sentimientos aumentan y sólo le damos validez a lo que realmente importa.
Lo demás, es descartable.
Fidelidad, es mirarme por dentro y saber que mis tesoros están protegidos.
Fidelidad, es no saber el significado de perderse porque Dios me guía cada día.
Fidelidad, es encontrarme en la naturaleza, en las maravillas, en la ternura, en el cariño, en el amor de mis padres y hacia ellos.
Fiel a lo que siento, digo, amo, quiero, escribo, hago y vivo.
Fidelidad, es saber que puedo confiar en mí y en que cada día, puedo elegir ser mejor ser humano.
Fidelidad es valorarme por sobre cualquier persona.
Fidelidad es saber que alguien me lee y puedo entrar en su corazón y mis palabras, le dan ese cosquilleo cómplice donde se siente identificada.
Eso es reflejarnos, eso es amarnos, eso, es sernos fieles; más allá de lo físico, de lo material.
Fidelidad, es la hermana del amor!
MARIANO SANTORO
Fidelidad a la esencia que nos ha hecho personas decentes.
Fidelidad a saber agradecer todos los presentes de Dios.
Lo que simboliza el amor, es como explicar qué es Dios; simplemente se siente en las entrañas y en todo nuestro ser.
Amar al otro es encontrarnos, es saber que se puede compartir, que se puede creer.
Que podemos ser nosotros mismos sin disfraces.
Que podemos hablar, sin siquiera pronunciar una palabra.
Que podemos vernos y ya sabemos las necesidades del otro.
Fidelidad es reflejarme en la mirada que me presta atención y nos conecta el amor.
Fidelidad es darle valor a lo que realmente tiene valor y no solo en nuestra vida, sino en los que nos rodean y viven una vida similar.
Fidelidad es estar presente en el momento de angustia y tristeza y hacer lo posible para revertir ese estado.
Lo que nos hace unirnos a otro ser, el deseo de acompañarnos en el camino elegido.
Amarnos, es nuestro gran deber y una obligación para sentirnos bien y así, poder hacer el bien.
Que podemos distanciarnos y que en el instante preciso de malestar, sentimos la presencia.
Que podemos acostarnos y nuestra conciencia nos habla y nos dice que todo está bien, que podemos estar tranquilos y en paz.
Que podemos sorprendernos porque las buenas acciones nos hacen emocionar.
Y que podemos escuchar truenos, pero al sernos fieles, no tenemos temor, sino que vemos el lado positivo y la transformamos en lluvia.
Lluvia de pequeñas cápsulas de amor que nos bañan, nos limpian de lo negativo.
Que cada ducha, es renovación interna y que lo que la vida nos haya descolocado, lo pone en el lugar correcto.
Porque todo en la vida tiene un sentido.
Todo tiene un plan maestro.
Porque el amor es el sentimiento más fiel que existe.
Y que al unirnos, las almas se fusionan y el amor crece; los sentimientos aumentan y sólo le damos validez a lo que realmente importa.
Lo demás, es descartable.
Fidelidad, es mirarme por dentro y saber que mis tesoros están protegidos.
Fidelidad, es no saber el significado de perderse porque Dios me guía cada día.
Fidelidad, es encontrarme en la naturaleza, en las maravillas, en la ternura, en el cariño, en el amor de mis padres y hacia ellos.
Fiel a lo que siento, digo, amo, quiero, escribo, hago y vivo.
Fidelidad, es saber que puedo confiar en mí y en que cada día, puedo elegir ser mejor ser humano.
Fidelidad es valorarme por sobre cualquier persona.
Fidelidad es saber que alguien me lee y puedo entrar en su corazón y mis palabras, le dan ese cosquilleo cómplice donde se siente identificada.
Eso es reflejarnos, eso es amarnos, eso, es sernos fieles; más allá de lo físico, de lo material.
Fidelidad, es la hermana del amor!
MARIANO SANTORO