Cada persona tiene su propia historia que ha sido escrita mientras vivía su vida.
Y llega un momento, en que nos paramos para ver ese pasado que en gran parte, nos ha marcado y que hay muchas historias que merecen ser contadas y otras, mejor olvidarlas y sacarlas del libro de nuestra vida.
Leer nuestros sentimientos es permitirnos definir lo que vamos a realizar.
Es mirar hacia ese horizonte que está ahí y que hay determinadas situaciones que ya no las queremos.
Leernos y dejar que nos lean, es desnudarnos frente al otro sin necesidad de dejar de ser nosotros mismos.
Dejar salir parte de nuestra personalidad y a la vez, protegernos para no ser dañados.
Iremos sumando confianza y creeremos en las personas sinceras y que desde su frontalidad, compartamos igualdades y respeto por las diferencias.
Porque en algún instante de nuestras vidas y con las historias personales que hemos vivido, nos encontraremos en la escenografía que Dios nos tenga reservada para nosotros.
Al haber dicho que tenemos nuestra historia escrita, el lugar podría ser una biblioteca; donde nos asombramos por la cantidad de historias que están tan cerca de nosotros y que nos sorprenden por la variedad de experiencias que son testimonio de haber vivido.
Y relojeamos, pasamos hojas y salteamos algunas.
Pero cada una, tiene su valor e importancia.
Y alguna en especial, nos atrae y a esa, le daremos prioridad.
Nos dejaremos llevar para ser oyentes o lectores de otra historia.
Encontraremos similitudes y nos motivará a querer seguir leyendo.
Porque al estar delante de otra persona, leemos sus gestos, sus miradas, leemos el lenguaje del cuerpo.
Y escuchamos las palabras y les prestamos la atención necesaria para que esta nueva historia que queremos escribir, tenga el mejor de los comienzos.
Y nos transformamos en 2 libros que quieren pasar más tiempo juntos y empezar a unirse.
Historias diferentes que buscan una unión.
Ganas de escribir una nueva historia y duradera.
Algo que perdure y sea parte de lo que esté por venir y por vivir.
Y cada encuentro, es un nuevo capítulo que el destino, se encargará de titular.
Y el poder leer nuestros sentimientos, nos alimentará y llenará de amor.
Uniremos los cuerpos y mentes; los corazones y los sueños; las verdades y deseos.
Y entre los 2, escribiremos la mejor historia que se pueda leer.
Porque servirá para que los que nos rodeen, nos vean, nos lean y renueven su fe de creer en las personas y sobre todo, de confiar en que el amor, es el mejor escritor que existe!
MARIANO SANTORO
Y llega un momento, en que nos paramos para ver ese pasado que en gran parte, nos ha marcado y que hay muchas historias que merecen ser contadas y otras, mejor olvidarlas y sacarlas del libro de nuestra vida.
Leer nuestros sentimientos es permitirnos definir lo que vamos a realizar.
Es mirar hacia ese horizonte que está ahí y que hay determinadas situaciones que ya no las queremos.
Leernos y dejar que nos lean, es desnudarnos frente al otro sin necesidad de dejar de ser nosotros mismos.
Dejar salir parte de nuestra personalidad y a la vez, protegernos para no ser dañados.
Iremos sumando confianza y creeremos en las personas sinceras y que desde su frontalidad, compartamos igualdades y respeto por las diferencias.
Porque en algún instante de nuestras vidas y con las historias personales que hemos vivido, nos encontraremos en la escenografía que Dios nos tenga reservada para nosotros.
Al haber dicho que tenemos nuestra historia escrita, el lugar podría ser una biblioteca; donde nos asombramos por la cantidad de historias que están tan cerca de nosotros y que nos sorprenden por la variedad de experiencias que son testimonio de haber vivido.
Y relojeamos, pasamos hojas y salteamos algunas.
Pero cada una, tiene su valor e importancia.
Y alguna en especial, nos atrae y a esa, le daremos prioridad.
Nos dejaremos llevar para ser oyentes o lectores de otra historia.
Encontraremos similitudes y nos motivará a querer seguir leyendo.
Porque al estar delante de otra persona, leemos sus gestos, sus miradas, leemos el lenguaje del cuerpo.
Y escuchamos las palabras y les prestamos la atención necesaria para que esta nueva historia que queremos escribir, tenga el mejor de los comienzos.
Y nos transformamos en 2 libros que quieren pasar más tiempo juntos y empezar a unirse.
Historias diferentes que buscan una unión.
Ganas de escribir una nueva historia y duradera.
Algo que perdure y sea parte de lo que esté por venir y por vivir.
Y cada encuentro, es un nuevo capítulo que el destino, se encargará de titular.
Y el poder leer nuestros sentimientos, nos alimentará y llenará de amor.
Uniremos los cuerpos y mentes; los corazones y los sueños; las verdades y deseos.
Y entre los 2, escribiremos la mejor historia que se pueda leer.
Porque servirá para que los que nos rodeen, nos vean, nos lean y renueven su fe de creer en las personas y sobre todo, de confiar en que el amor, es el mejor escritor que existe!
MARIANO SANTORO