martes, 30 de julio de 2013

Estoy

Estoy, porque he nacido con una misión.
Estoy bien, porque hago lo que deseo, ya que mi corazón es quien me guía.
Estoy feliz, porque trato de los que me rodean, estén bien.
Estar, es hacerle sentir a los demás, que se puede contar conmigo.
Estar, es ayudar cuando se necesita de verdad.
Estoy pensativo, porque sé que tengo mucho por hacer y eso me motiva.
Estoy recordando, porque veo en mi historial que he dejado buenas huellas.
Están, las personas que tienen que estar hoy a mi lado y otras, que vendrán a su debido tiempo.
Están, las puertas que he abierto con la llave de la sabiduría.

Estoy presente, porque sé que hay momentos de la vida en que uno tiene que hacerse valer.
Estoy mirando, porque hay un camino lleno de personas que ya eligieron su camino y eso me alegra, porque también voy hacia allá.
Estuve dormido, porque hace mucho me dí cuenta que al despertar, me encontré con la realidad y la verdad.
Estuve triste, porque he dado lo mejor de mí, pero me alegré, porque sé que aún tengo mucho más para dar.
Estoy en silencio, porque mi alma me está hablando.
Estoy tranquilo, porque siento que estoy haciendo las cosas bien.
Estoy cerca de mis sentimientos, porque me manejo con ellos y me saben conducir.

Estoy lejos, porque pude ver que mi destino es inmenso y voy rumbo hacia él.
Estoy caminando, porque ya estuve sentado y supe esperar.
Estoy iluminado, porque sé que mi brillo a algunos les molesta, pero son muchos más los que me vieron de verdad.
Estoy preparado, porque la esperanza me hizo estudiar y aprender lo necesario para saber quién soy y quién seré.
Estoy atento, porque la percepción me demostró que hay un mundo de máscaras donde no perteneceré jamás.
Estoy escribiendo, porque mi ser quiere y necesita expresar todo lo que siento.
Estoy en paz, porque supe alejarme de lo que me molestaba.

Estoy ansioso, porque me gusta adelantarme unos pasos y espiar lo que tengo por delante.
Estoy fortalecido, porque cuando no pude más, supe pedir ayuda a mis amigos.
Estuve necesitado y han venido hacia mí.
Estuve solitario, hasta que supe que la soledad es un estado anímico y elegí elevar mi autoestima.
Estoy contento, porque la vida me da miles de motivos para estarlo y alejarme de la angustia y del dolor.
Estoy en libertad, porque mi conciencia está limpia y no tengo que dar explicaciones a nadie.
Estoy protegido, porque siento el abrazo de la naturaleza y de las sorpresas que encuentro en cada amanecer.

Estoy, eternamente agradecido, porque un día me puse en las manos de Dios y él me dijo: Acá estoy y estaré!
MARIANO SANTORO