Hoy, podés mirarte en 360º y podrás ver mucho más allá de vos.
Fuiste completando lo que creías que te faltaba.
Muchas palabras llegaron para quedarse y otras, se fueron solas.
Pero de ambas, aprendiste y son parte de tu lenguaje, de tu manera de expresarte.
Llegaron emociones que se sumaron a las que tenías y nacieron nuevos sentimientos.
Mientras que otros sentimientos, estaban semidormidos y recobraron su fortaleza.
Vos misma, te hiciste fuerte!
Tu ser, era como un rompecabezas que se iba armando con la velocidad que aportaban tus mismas ganas de verte realizada.
Las piezas, algo desordenadas, iban encajando una con otra y una nueva sensación, se manifestaba en tu ser.
Tu exterior, se permitía sacar a relucir todo lo bueno que se estaba formando adentro.
Descubriste que había mucho más, más allá de vos.
Porque los que te rodeaban, te veían diferente; vos, lucías diferente y por dentro, estabas igual que al nacer, con tus valores que se perfeccionaron mientras crecías.
Adentro, estaba el mismo corazón que aprendió a querer y a amar a quien corresponda y a algunas personas más.
Tu alma, seguía en su estado de pureza; como tu esencia, que es la que hoy, muchos pueden ver y darse cuenta que no sos un producto, que no sos algo inventado o reciclado a nuevo.
Viviste, con sus pros y contras y eso, te hicieron ser quien sos.
Y más allá de vos, aún hay mucho por transitar.
Tu misión no ha sido completada porque tus sueños siguen vigentes.
Tus deseos, han crecido y aumentó todo lo bueno que querés para tu vida.
Esa sana ambición de querer recibir mucho más, porque supiste ganarte ese premio que desde hace mucho, estaba reservado para vos.
Hoy, tu equilibrio muestra una personalidad que ha costado edificar; pero nadie te quitará lo que lograste; porque no sos materia, sino que el gran espíritu de una bella persona, es lo que sos y eso, te pertenece y estará por siempre con vos.
Todo lo que desprende tu cuerpo, es lo que alguna vez aprendiste a valorar y hoy, lo compartís.
Más allá de vos, hay demasiado camino; demasiadas sorpresas que la misma vida te irá mostrando mientras sigas tus sentimientos y todo lo que te haga bien.
Supiste dejar huellas, supiste apartarte de algunas cosas.
Sacaste lo que dañaba y a la vez, hiciste más espacio en vos, para todo lo sano, lo que te alimenta y te hace crecer como ser humano.
Te fuiste limpiando y toda esa blancura, se hizo transparente; al igual que tus acciones, al igual que todo lo que hacés en cada día de tu vida.
La misma vida que te enseñó que siempre hay algo por aprender y que no hay final si existe un buen comienzo
Más allá de vos, está tu horizonte y el hecho de que hoy estés detenida unos instantes, es para disfrutar que estás feliz y que eso es lo que querés seguir sintiendo.
Un estado de felicidad, de plenitud y durabilidad.
Que toda la eternidad que viva tu ser, sea vivida por esa gran persona que sos.
La que se viste para acrecentar la lindura interior.
Todo el aire, toda la naturaleza, ya viven en vos y tu naturalidad, es lo que te hace especial.
Porque más allá de vos, siempre está Dios.
Y te protegerá por toda la eternidad!
MARIANO SANTORO
Fuiste completando lo que creías que te faltaba.
Muchas palabras llegaron para quedarse y otras, se fueron solas.
Pero de ambas, aprendiste y son parte de tu lenguaje, de tu manera de expresarte.
Llegaron emociones que se sumaron a las que tenías y nacieron nuevos sentimientos.
Mientras que otros sentimientos, estaban semidormidos y recobraron su fortaleza.
Vos misma, te hiciste fuerte!
Tu ser, era como un rompecabezas que se iba armando con la velocidad que aportaban tus mismas ganas de verte realizada.
Las piezas, algo desordenadas, iban encajando una con otra y una nueva sensación, se manifestaba en tu ser.
Tu exterior, se permitía sacar a relucir todo lo bueno que se estaba formando adentro.
Descubriste que había mucho más, más allá de vos.
Porque los que te rodeaban, te veían diferente; vos, lucías diferente y por dentro, estabas igual que al nacer, con tus valores que se perfeccionaron mientras crecías.
Adentro, estaba el mismo corazón que aprendió a querer y a amar a quien corresponda y a algunas personas más.
Tu alma, seguía en su estado de pureza; como tu esencia, que es la que hoy, muchos pueden ver y darse cuenta que no sos un producto, que no sos algo inventado o reciclado a nuevo.
Viviste, con sus pros y contras y eso, te hicieron ser quien sos.
Y más allá de vos, aún hay mucho por transitar.
Tu misión no ha sido completada porque tus sueños siguen vigentes.
Tus deseos, han crecido y aumentó todo lo bueno que querés para tu vida.
Esa sana ambición de querer recibir mucho más, porque supiste ganarte ese premio que desde hace mucho, estaba reservado para vos.
Hoy, tu equilibrio muestra una personalidad que ha costado edificar; pero nadie te quitará lo que lograste; porque no sos materia, sino que el gran espíritu de una bella persona, es lo que sos y eso, te pertenece y estará por siempre con vos.
Todo lo que desprende tu cuerpo, es lo que alguna vez aprendiste a valorar y hoy, lo compartís.
Más allá de vos, hay demasiado camino; demasiadas sorpresas que la misma vida te irá mostrando mientras sigas tus sentimientos y todo lo que te haga bien.
Supiste dejar huellas, supiste apartarte de algunas cosas.
Sacaste lo que dañaba y a la vez, hiciste más espacio en vos, para todo lo sano, lo que te alimenta y te hace crecer como ser humano.
Te fuiste limpiando y toda esa blancura, se hizo transparente; al igual que tus acciones, al igual que todo lo que hacés en cada día de tu vida.
La misma vida que te enseñó que siempre hay algo por aprender y que no hay final si existe un buen comienzo
Más allá de vos, está tu horizonte y el hecho de que hoy estés detenida unos instantes, es para disfrutar que estás feliz y que eso es lo que querés seguir sintiendo.
Un estado de felicidad, de plenitud y durabilidad.
Que toda la eternidad que viva tu ser, sea vivida por esa gran persona que sos.
La que se viste para acrecentar la lindura interior.
Todo el aire, toda la naturaleza, ya viven en vos y tu naturalidad, es lo que te hace especial.
Porque más allá de vos, siempre está Dios.
Y te protegerá por toda la eternidad!
MARIANO SANTORO