lunes, 12 de agosto de 2013

Sanarnos, salvarnos

Sabemos lo que es el dolor, porque alguna vez nos tocó sufrir.
Sabemos que nos ha costado superar algunos momentos de nuestra vida, pero los hemos pasado.
Sabemos que al corazón le duele tomar algunas decisiones y aunque varias veces no quisimos, tuvimos que hacerlo.
El camino se ha hecho largo y aún tenemos mucho más por delante; pero sabemos que este camino, es el que elegimos nosotros.
Las pruebas han sido muy difíciles y aprendimos a aprobarlas.
Y esos temores a lo malo, se han ido junto al miedo.
Porque lo que más queremos cuando nos duele algo; cuando nos sentimos mal y enfermos en el alma, es sanarnos.
Es tanto lo que la vida nos ha enseñado, pero muchas de esas cosas las vivimos desde la sorpresa y a muchas, no le dimos el valor necesario; por eso en algunos casos, nos toca repetirlas.
Nos han llevado por tanta oscuridad que hoy ya sabemos valorar la propia luz; la misma que nos alumbrará todo lo que esté por venir.
Hemos dejado sentimientos, porque nos han robado algunas ilusiones.
Hemos sacrificado tiempo personal para compartir con personas que en determinado momento, nos quedamos con su partir.
Hemos abandonado sueños, porque nos dijeron que estaba mal.
Ya le hicimos caso a mucha gente y es hora de hacerle caso a nuestro corazón.
Es hora de mirarnos por dentro y perfeccionar el modelo; único y especial que nos tocó vivir.
Mimarnos, darnos placeres, llenarnos por dentro.

Y acostumbrarnos a que se puede salir de cada situación negativa, porque hemos aprendido a manejarnos con pensamientos positivos.
Sanarnos, salvarnos.
Haciendo lo que realmente amamos, nos vamos sintiendo mejores como seres humanos; nos vamos alimentando interiormente.
Le damos de comer al ser que cada vez tiene más apetito espiritual; porque eso es lo que va a salvarnos.
Tuvimos heridas y aprendimos a sanarnos.
Tuvimos momentos de angustia y de la mano de la fe, aprendimos a superarlos.
Y todo este gran aprendizaje, nos sirve y es exclusivamente personal.
Porque hemos aprendido a amarnos!

MARIANO SANTORO