Para empezar esta carta, quiero hacerlo en clave de Sol, ya que es parte de la energía que necesitamos para vivir.
Hacer esta carta sobre un pentagrama, es para darle la parte musical necesaria, porque quiero una vida llena de melodías, de armonía y con buen ritmo.
Cada nota que vaya componiendo, saldrá desde mi corazón, ya que los latidos marcarán lo que será una gran canción.
Esa canción que querré escuchar junto a la persona que el destino me permita compartir.
Fechas especiales que nos ayudan a seguir en contacto con nuestro niño interno.
El que nos guía desde nuestro ser para no dejar de lado la cuota de inocencia necesaria y seguir con la risa eterna y la confianza en la amistad.
Porque cuando uno cree, no es necesario ser o no inocente; tiene más poder el saber que alguien nos lee, que alguien nos escuche y principalmente, que alguien nos ve y puede ayudar.
Un pentagrama donde se escribe música, que es lo que le da sentido a la vida y valorar lo que no podemos tocar; pero vive en cada recuerdo que disfrutamos.
Notas de amor, que me permiten estar escribiendo esta carta y soñar.
Porque tengo mucho por hacer y por crecer, por mirar y por amar.
Y no uso lápiz, porque no quiero borrar lo que estoy escribiendo, ya que sale desde mi corazón.
Una carta no significa pedir, ni tampoco quejarme.
Sé por todo lo que he vivido y también sé lo que me falta para sentirme mejor.
Y esas cosas las ve Dios; él sabe sobre mis necesidades.
Esta carta es como un contrato, pero es con la vida y con querer vivirla en paz.
Miro alrededor y se han acumulado algunos problemas; pequeñas circunstancias de la vida en donde ese niño, sigue creciendo y aprendiendo.
Y me hago fuerte y aunque esos golpes duelan, trato de no darle importancia y me concentro en mis metas.
Y por momentos miro hacia atrás y pasan imágenes de todo lo que he pasado y esta prueba, es tan solo una más.
Dejo el conflicto y veo la solución.
La llamo, la decreto y veo puertas donde había paredes.
Veo ventanas donde había una cerradura.
Veo mucho más de lo que supuestamente se ve, porque vivo en clave de Fe.
Y sé que hay tanto por vivir y mucho por sentir.
Hay un destino porque ya sé cuál es mi camino.
Hay felicidad porque es lo que siento y sé que puedo dar lo mismo a quien esté a mi lado.
Hay amor, porque es mi gran compañero de viaje; mi amigo verdadero.
Hay muchas cartas por escribir.
Hay palabras para aconsejar.
Hay brazos para abrazarme más a la vida.
Hay sueños que están en lista de espera.
Y hoy me encuentro escribiendo mi carta para que pueda reflejar lo que soy en esencia.
Y aunque sea un día para pedir, quizás mi pedido sea muy especial:
Porque lo único que me gustaría Pedir, es poder tener siempre algo para Agradecer.
MARIANO SANTORO
Hacer esta carta sobre un pentagrama, es para darle la parte musical necesaria, porque quiero una vida llena de melodías, de armonía y con buen ritmo.
Cada nota que vaya componiendo, saldrá desde mi corazón, ya que los latidos marcarán lo que será una gran canción.
Esa canción que querré escuchar junto a la persona que el destino me permita compartir.
Fechas especiales que nos ayudan a seguir en contacto con nuestro niño interno.
El que nos guía desde nuestro ser para no dejar de lado la cuota de inocencia necesaria y seguir con la risa eterna y la confianza en la amistad.
Porque cuando uno cree, no es necesario ser o no inocente; tiene más poder el saber que alguien nos lee, que alguien nos escuche y principalmente, que alguien nos ve y puede ayudar.
Un pentagrama donde se escribe música, que es lo que le da sentido a la vida y valorar lo que no podemos tocar; pero vive en cada recuerdo que disfrutamos.
Notas de amor, que me permiten estar escribiendo esta carta y soñar.
Porque tengo mucho por hacer y por crecer, por mirar y por amar.
Y no uso lápiz, porque no quiero borrar lo que estoy escribiendo, ya que sale desde mi corazón.
Una carta no significa pedir, ni tampoco quejarme.
Sé por todo lo que he vivido y también sé lo que me falta para sentirme mejor.
Y esas cosas las ve Dios; él sabe sobre mis necesidades.
Esta carta es como un contrato, pero es con la vida y con querer vivirla en paz.
Miro alrededor y se han acumulado algunos problemas; pequeñas circunstancias de la vida en donde ese niño, sigue creciendo y aprendiendo.
Y me hago fuerte y aunque esos golpes duelan, trato de no darle importancia y me concentro en mis metas.
Y por momentos miro hacia atrás y pasan imágenes de todo lo que he pasado y esta prueba, es tan solo una más.
Dejo el conflicto y veo la solución.
La llamo, la decreto y veo puertas donde había paredes.
Veo ventanas donde había una cerradura.
Veo mucho más de lo que supuestamente se ve, porque vivo en clave de Fe.
Y sé que hay tanto por vivir y mucho por sentir.
Hay un destino porque ya sé cuál es mi camino.
Hay felicidad porque es lo que siento y sé que puedo dar lo mismo a quien esté a mi lado.
Hay amor, porque es mi gran compañero de viaje; mi amigo verdadero.
Hay muchas cartas por escribir.
Hay palabras para aconsejar.
Hay brazos para abrazarme más a la vida.
Hay sueños que están en lista de espera.
Y hoy me encuentro escribiendo mi carta para que pueda reflejar lo que soy en esencia.
Y aunque sea un día para pedir, quizás mi pedido sea muy especial:
Porque lo único que me gustaría Pedir, es poder tener siempre algo para Agradecer.
MARIANO SANTORO