martes, 28 de enero de 2014

Estrella de luz

Para el artista creador de su vida.
El que toma como escenario todo el planeta y es una persona que brilla.
Estrella de luz, es lo que es, porque su creencia está en su propia fe y el amor a Dios.
Levantarse no es sólo salir de la cama, sino que sabe cómo pararse y enfrentarse a las adversidades.
El que sabe que en el cielo puede haber nubes, pero son pasajeras.
El que sabe que en la tierra puede haber piedras y las hará a un costado.

El que sabe que en el amor verdadero está la salvación de las personas.
El que sabe que aún hay mucho por aprender.
Estrella de luz, eterno amanecer.
Mirarnos por dentro e iluminar nuestro ser.
Estrella de luz que sabe guiar, que permite encontrar lo necesario para seguir en el camino elegido.
Cuando el clima interno es tranquilo y pacífico; lo externo afectará si le damos importancia, sino, nos fortaleceremos más.
Mente serena y los latidos del corazón van al ritmo adecuado.
Pensamientos que sólo traen buenos recuerdos y dejan tiempo para planificar.
Estrella de luz es lo que se forma cada día en el corazón; en la sonrisa que nace con el amanecer y perdura toda la jornada.

Estrella de luz que da felicidad, que hace crecer la esperanza de que estamos acompañados.
Jugamos con el cuerpo porque sentimos que al expresarnos nos llenamos de alegría.
Vemos hermosura porque aprendimos a limpiar todo lo vivido; toda la experiencia que nos ha dejado huellas.
Huellas de amistad que le dimos el verdadero valor, el que nos hace crecer como personas.
Estrella de luz es el ojo que todo lo mira.
Ese ojo que está atento a lo que sucede; a lo que nos puede ser útil.
El mismo ojo que brilla y que observa los corazones; el que tiene poder de entrar en la gente y ver más allá.
Estrella de luz que tiene el poder de llegar al alma.
Descubre lo más bello que vive en nosotros.

Ilumina nuestros dones; resalta nuestras virtudes; nos hace querer ser mejores.
Estrella de luz es entender que Dios está siempre para ayudarnos y nos hace un guiño para decirnos que confiemos en él.

MARIANO SANTORO