miércoles, 19 de marzo de 2014

Coleccionista de sentimientos

Coleccionar, no sólo se trata de acumular, sino de dejar para sí lo que se considera necesario.
Y entre esa necesidad, está la de tener la capacidad para recordar y recuperar instantes guardados en nuestra memoria emocional.
Siempre que uno guarda algo, llega el momento que se vuelve a encontrar.
Y quizás ese momento sea un acontecimiento importante y llega justo cuando tiene que ser.
Porque el destino sabe lo que hace y a nosotros, nos sirve para aprender.
Y es parte del aprendizaje saber que uno ha vivido y que ha sabido mantener a través de su historia, lo mejor de la inocencia.
Esa historia que se escribe constántemente y se edifica y fortalece.
Dios sabe porqué hace las cosas y nosotros, tratamos de seguir su plan.
Y el coleccionar sentimientos, es volver a ser niño y que tenga una conversación con el adulto.
Es verme en lo que fui y seré; en lo que una mirada transmite y sigue vigente, porque la esencia supera todo espacio y tiempo.
Esa picardía que ha hecho de mi personalidad un sello único.
Y en ese viaje al pasado que supimos escribir y vivir; me reencuentro con todo lo que hice.
Un continuo accionar de creatividad y sentir felicidad por haberlo hecho.
Muchos sueños que se hicieron realidad y es la misma realidad la que me permite seguir soñando, porque hay mucho por hacer.
Y la vulnerabilidad está latente y en carne viva, porque es parte de mi ser.
Dar y seguir dando; ofreciendo lo mejor de mí, de lo que tengo, de lo que hago y de lo que experimento.
Aprendo para ofrecer.
Un loco sano que se deja llevar por sus más puros sentimientos.
Y los expongo, los entrego a la vida, porque fue la misma vida la que me permitió ser quien soy.
Un alma poeta que atraviesa siglos de vivencia y viven en una sola persona.
Esa persona que se reinventa, que impone estilos y modas; que cree en lo que es la raiz del ser humano y son los valores.
Creo, porque el destino me sigue demostrando que es la única opción para tener una hermosa vida.
Y todo llega cuando tiene que ser y ese ser que soy, lo sabe valorar.
Y a la vez, llega un momento para compartir y todos esos recuerdos eternizados en fotos, alegran un presente con mucho por caminar.
Demasiada felicidad de saber que aún, puedo disfrutar de un momento de intimidad y a mi manera, hacerlo público.
Coleccionista de sentimientos; es lo que siempre seré!

MARIANO SANTORO