lunes, 29 de junio de 2015

Dedicar

Dedicar es tomarme unos minutos para pensar en vos.
Es utilizar mi memoria activa para recordar tus gustos y todo lo que sé que te hace bien.
Es querer darte lo mejor a través de una linda dedicatoria.
Que al leerla, te haga sonreír y que esa sonrisa sea motivadora para tu vida.
Es saber que mi libro te va a agradar, que lo tendrás en un lugar especial, porque así me considerás y yo a vos.
Cada palabra debe estar deliciosamente pensada para que el mensaje llegue.
Dedicar es transmitir con pocas palabras y que sea el comienzo de lo que continuará con tu lectura.
Existe una magia especial en esos instantes en el que uno dedica.
Las emociones positivas se hacen presente y juntas, van largando palabras casi al azar, pero que salen directamente desde el corazón.
Mis manos son testigos de ese momento histórico, ya que al terminar, se pone fecha de lo escrito.
Varias veces he puesto sentimientos en palabras en prólogos dedicados y siempre y cada vez, es única y diferente.
Conocerte, me da una cierta ventaja y a la vez, me gusta el desafío de dejar algo que sirva como huellas.
Dedicar es mostrarme desnudo y que mis vestimentas queden a un lado.
Es jugar con el tiempo y hablarle para que yo mismo pueda escuchar lo que quiero decir.
Los mensajes que uno expresa con el cuerpo, suelen ser los más importantes.
Las palabras dichas son difíciles de controlar.
Pero las palabras pensadas e imaginadas, son las que conocen el camino ideal.
Es como una canción que se nos adhiere al cuerpo y está presente.
Dedicar es sorprender y que esa relación se transforme en algo eterno.
MARIANO SANTORO

sábado, 27 de junio de 2015

Milagro

Hubo momentos en los que los obstáculos ya se habían hecho rutina, pero eso no impedía seguir adelante.
Las pruebas han sido duras, pero algo en mí, sabía que eran por un motivo especial.
La mente suele mentirnos bastante seguido y si aprendemos a obviar alguna clase de pensamientos, podemos focalizar mucho mejor nuestro destino.
Descubrir los secretos de la vida se puede hacer una muy linda costumbre.
Ha habido épocas en que algunas puertas se abrían y entrábamos como jugando a ver con qué nos encontrábamos y varias veces, no ha sido de nuestro agrado.
Las oportunidades están siempre y al alcance, pero muchas veces, nuestras pretensiones las debilitan y las dejamos pasar.
Pero esas oportunidades, regresan, con otra forma, de otra manera, con otro significado.
Cada instante es único y en cada día, podemos experimentar situaciones interesantes.
La fábrica de sueños ha estado siempre abierta y dispuesta a que nuestros pensamientos positivos le den buen uso.
Somos los creadores de situaciones y cuando las cosas salen de lo habitual, cuando logran sorprendernos, aparece el milagro.
Nuestro ser comienza a generar una poderosa energía sanadora que es el comienzo a un nuevo estado.
El ánimo se junta con las emociones; el corazón ya toma su ritmo cotidiano y musicalizando cada paso que damos.
Los avances en nuestra vida están guiados por nuestra fe.
Milagro es comprender que más allá de lo que somos y mirando desde la humildad, existe la grandeza divina.
El tiempo se pone a favor, los planetas se alinean y nacen cosas indescriptibles, pero que llevan el mensaje para que seamos conscientes que hay nuevos comienzos a la vida, si les damos la chance de hacerlos nuestros.
Entramos en un nuevo nivel, que es el que toda nuestra espiritualidad aumenta y observamos la vida con el alma.
Y la vida se alegra de vernos y nosotros, nos sentimos cómodos sabiendo que hay una compañía dispuesta a acompañarnos en este trayecto.
Los relojes siguen adelantando espacio temporal y los caminos se abren para que los podamos transitar.
Milagro es el renacer cada día y que en cada noche, comprendamos que nuestra grandeza, es estar a la altura de las circunstancias.
MARIANO SANTORO

jueves, 25 de junio de 2015

Dulzura

Un día apareciste y no hizo falta pedir permiso porque tu entrada vino acompañada de una extrema dulzura, que es lo que sos vos y lo que generás.
Dulzura es imaginarte y darme cuenta que sos real.
Es confirmar que las buenas personas existen y llegan a mi vida.
Mirada creativa, corazón de pureza que potencian tu belleza.
Sé que estás y que es muy dulce tu existir.
Tus planes le dan ritmo a tu vida y a tus sueños.
Una eterna adolescente que vive y juega, que piensa y actúa, que siente y ama.
Una mujer que sabe de pasados, pero que adora el presente y que proyecta su futuro.
Linda inocencia es lo que cubre su ser, porque la vida la regaló la oportunidad de elegir y optó por ser una bella persona.
Su aparente timidez observa mientras la audaz que vive en su sangre sabe que la vida tiene sobresaltos y obstáculos, pero que son posibles superarlos.
Su justicia es amar lo que hace y sus ojos, tan sólo miran paralelamente con el corazón.
Todo lo que ve como dolor, lo modifica para que no la termine afectando, aunque su debilidad, la hace seguir creyendo que de todo se puede salir fortalecida.
Y la vida la encuentra y se comunica con ella, hablan y sonríen, porque juntas, tienen un hermoso destino.
Ella es muy amiga de las oportunidades y sabe aprovecharlas.
Ella actúa su propia obra de teatro, porque es protagonista de su accionar.
Los años le regalan sabiduría y le aumentan las ganas y deseos de seguir haciendo.
Para las personas, puede tener un nombre real, pero bien puede ser llamada Dulzura.
Ni siquiera el más puro néctar llega a compararse, porque lo que emana de su ser, es superior a lo conocido.
Ella es una dulzura y a mí, me encanta poder descubrir sus misterios y cubrirla de amor.
MARIANO SANTORO

viernes, 19 de junio de 2015

Delante

Delante, es donde se encuentra el destino.
Esa flecha que logramos ver, es la que nos marca el rumbo a seguir, luego de haber atravesado caminos y muchos obstáculos.
Una flecha con colores que van del rojo que es el freno básico que puede paralizarnos por diferentes motivos, entre ellos el temor.
Y que luego de ir cambiando y pasando por el naranja y amarillo que nos pone en estado de alerta, aparece el verde.
Ese verde clarito que toma fuerza hasta convertirse en verde esperanza.
Porque todo el trayecto que hicimos, ya es parte de un tiempo que no se puede cambiar.
Y llegamos a esta actualidad, la nuestra, la propia, la que mirando hacia atrás, sabemos qué queremos ver por delante.
Y mientras estamos alegres por esa flecha que nos guía, llega con ella una renovación.
La fe toma fuerza, renovamos la creencia de lo que somos, edificamos el que siempre quisimos, le damos la bienvenida al amor para que potencie al que habíamos dejado en los caminos del pasado, de tanto haber repartido y dado a quien se acercara.
El amor a la vida toma más valor y la mente se expande.
Los sentimientos quieren florecer y las emociones le dan el espacio necesario.
La tierra que pisamos, se llena de energía que nos contagia y le damos de beber.
Alimentamos cada poro de nuestro cuerpo y el cuerpo toma otra forma, porque lo físico, es tan sólo una pequeña parte de un inmenso todo.
"Delante" es la voz firme que nos dice qué debemos hacer, es el interior que nos habla.
Y libremente nos permitimos dar los pasos necesarios para ese avance, para adelantarnos a la vida que queremos.
Los párpados cansados que acompañan a esos pensamientos llenos de ansiedad, ya se van alejando.
Nos focalizamos en ese delante en el que los sueños tienen las llaves necesarias para hacerse realidad.
Los deseos crecen luego de esa larga espera en la que se amigaron con las ganas de tener una vida con calidad.
Los espacios sólo quieren llenarse de manera positiva y todo eso que sentimos en la piel y que corre por la sangre, se encuentra delante.
MARIANO SANTORO

jueves, 18 de junio de 2015

Terapia

Terapia no es sólo un tratamiento, sino que es encontrarme conmigo mismo y dialogar.
Es enfrentarme al que soy, escuchando al que fui y aconsejando al que seré.
Es observar mi interior y brillar.
Es pensar para accionar luego de evaluar la emoción que me provoca el seguir haciendo cosas.
Es acercarme a lo que consideraba problema y darle por fin la solución necesaria.
Es mirar a mi alrededor y ver que todas las puertas que se habían cerrado, ya cumplieron su ciclo y hoy veo nuevas que se abren para mí.
Es levantarme luego de estar recostado y reflexionando sobre la vida y mi vida.
Es contarme lo que ya sé, pero a la vez, es renovar la confianza en mi ser.
Es lograr luego de varios intentos y sentir la satisfacción de la tarea cumplida.
Es ver la oscuridad que ya se alejó y valorar más la luz que está presente y me guía.
Es saber que más allá de lo que piense, sé que la verdadera vida, está acá.
Es caminar pausadamente y firme, alegrándome de cada paso dado y por dar.
Es ayudar, porque el reflejo de mis acciones alegran mi alma.
Es latir con cada canción y que cada pulsación te traiga a mi mente.
Es recordar momentos en los que estuviste a mi lado y hoy, ya vives en mí.
Es hablar hasta que mis palabras sean deliciosos susurros que sirvan para tu descanso.
Es visualizar ese futuro anhelado, disfrutando del presente y con la sabiduría de lo ya escrito.
Es asombrarme con la capacidad que se renueva y que fortalece al que siempre seré.
Terapia, es simplemente darme el tiempo para comunicar mis sentimientos y verlos crecer.
MARIANO SANTORO

domingo, 14 de junio de 2015

Relojes

Cuando le abrimos las puertas al amor verdadero, nos olvidamos del tiempo y espacio, ya que sólo queremos estar disfrutando.
El lugar, se hace escenografía para potenciar el momento que se está viviendo.
El pasado, es tan sólo una conjugación que ha sido parte del juego de crecer y esperar por algo mejor.
La paciencia ayudó a que la esperanza tenga un lugar privilegiado en nuestra vida.
La naturaleza puede dibujar colores y formar un reloj de arena, que la misma se desvanece, porque lo mejor de la vida, es casi impalpable.
Relojes que marcan horas de un tiempo ganado, porque todo lo que ha pasado ha sido de aprendizaje.
Relojes que nos hacen depender, pero que libremente le damos importancia en determinados instantes.
Relojes que persisten y giran esas manecillas marcando un ritmo especial, el de la perfección física mezclando la espiritual.
Un bello sol que ilumina y nos abre espacios entre el camino elegido.
Una luna que nos enternece, que nos motiva y emociona.
La tierra que nacimos se transforma y nos alimenta a través de sus árboles que siempre están dispuestos a abrazarnos.
Tener un reloj en mi mano es como tener tu mano entrelazada a la mía y que juntas, hagamos un maravilloso presente, donde valoremos el tiempo compartido.
Y seguimos abriendo caminos porque el destino es tiempo bien utilizado.
Somos como un barco que ha sabido andar en aguas suaves y a veces, con desniveles, porque de todo, se aprende.
Andar y nadar, partes de un mismo tiempo en el cual, miramos hacia el cielo para guiarnos por las estrellas que nos hablan en el idioma universal del amor.
Y bienvenidas sean las nubes, porque valoraremos más los días despejados.
Y el espejo que quiere reflejar momentos, se hace mirada a través de la compañía.
Relojes que sienten nuestra presencia, que están en todo momento y se materializan en cada latido marcado con amor.
Relojes que quieren decir que cada segundo bien aprovechado, es motivo para recordarlo.
MARIANO SANTORO

jueves, 11 de junio de 2015

Partida

Partida es avanzar, es adelantarse a los sueños que ya fueron debidamente programados.
Partida es trasladarse a ese lugar que potenciará las emociones.
Partida es estar en constante movimiento y ejercitar todo lo que somos.
Partida es viajar con la mente y con el cuerpo.
Partida es despertarse luego de una siesta agradable y alegrarse.
Partida es conocer y descubrir, es mirar y observar. 
Partida es aprender el idioma universal del amor y relacionarnos con más personas.
Es salir de uno, caminar alrededor y permitirnos sentir y sumar nuevas sensaciones.
Es subir físicamente hasta elevarnos espiritualmente.
Es unir todas las partes de nuestro ser, para poder crecer y aumentar nuestra creencia.
Partida es mucho más que soñar, porque todo ya se siente más real.
Partida es mucho más que pensar, porque se le da vida a cada sentir.
Partida es mucho más que esperar, porque la paciencia se experimenta en vivo.
Partida es comunicarnos con nuestro corazón y hablar con el niño que fuimos y con el hombre que queremos ser.
Partida es dibujar destinos y deseos; objetivos y metas; es colorearnos y brillar con la luz que vive en nosotros.
Partida es edificar todo lo que nos haga ser mejores personas.
Partida es broncearnos con el calor de la naturaleza.
Es alimentarnos con el verdadero poder del cariño y de la fe.
Partida es darme cuenta que no te fuiste, porque siempre vivirás en mí.
MARIANO SANTORO