domingo, 30 de agosto de 2015

Sábanas

Sábanas que hablan, que tienen muchos mensajes que se esconden a modo de juego, entre las arrugas de una noche pasional.
Despertar y verte, desayunarte y beberte.
Colores que entran por la ventana y resaltan detalles del romance eterno del cual somos parte.
Hemos elegido el compartir mucho más que momentos y tenemos como testigo a estas sábanas que nos recuerdan, que nos dejan viajar a lugares en que la mente se libera.
No hay llaves porque no hay nada que cerrar.
No hay secretos, porque la entrega es total.
No hay mitades, porque cuando nos encontramos, hacemos una totalidad.
Las sábanas saben nuestros gustos, porque nuestros cuerpos dialogan y las palabras se hacen caricias.
Flores que adornan el espacio escenográfico en el que estamos en este presente.
Bebidas espirituosas que quieren acompañarnos mientras jugamos como lo hacen un nene y una nena, sin culpas ni miedos.
Las horas de un tiempo que llega para ser disfrutado.
Los minutos que se eternizan porque las miradas vuelan profundamente.
Y nos internamos en el verdadero poder del amor, que es el que nos guía.
Las arrugadas sábanas confirman que el movimiento no ha sido temporal y sólo del universo, sino que le hemos dado sentido al estar juntos.
El mágico misterio de saber fusionarse y comprender lo que el mundo aún no sabe el significado.
Nos hemos adelantado unos pasos, porque desde el instante cero, entendimos que el camino es el amor y sólo podremos avanzar si lo compartimos.
Y aprendimos a ser 2 sin dejar de ser uno cada uno.
Uno sobre uno en estas sábanas que nos alojan y las sonrisas fluyen y siguen adornando la felicidad que se vive.
Sábanas que tienen historia y saben de paz, porque los corazones se han unido y laten juntos, porque hemos decidido vivir uno dentro del otro. 
MARIANO SANTORO

viernes, 28 de agosto de 2015

Aprendo

Aprendo, porque mi niño interior necesita sabiduría.
El adulto que lo protege, tiene sed y quiere seguir aprendiendo.
La vida tiene cada día algo para enseñarnos y yo estoy dispuesto a continuar.
La gratificante tarea de sentir como la blanca pureza de la inocencia nos abre puertas.
Y son esas puertas las que dan conocimiento, porque nos alejamos del miedo y le damos paso a la sorpresa.
Y la naturaleza cumple su misión, porque es nuestro corazón quien se comunicó y quiere más.
Voces que viven en nuestro ser y desean escuchar nuevas voces.
La maravillosa experiencia de ser alumno, porque cuando aprendo, soy maestro de mí mismo.
Un pizarrón que nos habla en vivo en ese fondo esperanza que tiene mucho para nosotros.
Y me siento capaz, porque aprendo de lo que me enseñan y lo comparto.
Dar a conocer el propio conocimiento es compartir.
El arte de amar y la sabia belleza de la escuela de vida. 
Y digo presente, porque la continuidad sabe sacar lo mejor de nosotros.
La perseverancia es la que se encarga de mostrarnos nuevos caminos.
Tizas blancas que le hablan a nuestro corazón, mientras el cerebro guarda la información.
Las palabras toman vida y se hacen espacio en nosotros, porque saben que tienen un lugar reservado.
La memoria juega un rol importante porque si nos mantuvimos positivos, aprendimos a diferenciar.
Y todo lo que ha quedado, es porque hemos sanado y hemos sido sabios al dejar sólo lo que nos suma.
Y sumar, nos transforma en un árbol que quiere crecer y de esa manera, aprendo.
MARIANO SANTORO

domingo, 23 de agosto de 2015

Colores

Hoy quiero vestirme de colores, para terminar de alejar la oscuridad que alguna vez conocí.
Sentirme como un lienzo en que la vida me llena de pinceladas de ánimo.
Me he dado el permiso y la oportunidad de dejar en blanco mi cuerpo.
Aceptar que cada día tiene sus propios milagros y que siempre habrá nuevos colores por conocer.
Y las estaciones por las que viajo, saben alimentar mi ser.
Mi alma, disfruta de todo lo nuevo y positivo que llega.
La alegría, se potencia y crece en mí la gran satisfacción de ver logros que fueron creados en sueños inocentes.
Las calles de los sentimientos están llenas de corazones que las personas han sabido pintar y resaltan la naturaleza.
Las blancas luces crean la tonalidad perfecta en que todos podemos iluminarnos y sentirnos guiados.
Ventanas que se abren como brazos dispuestos a dar cariño a todo aquél que tenga deseos genuinos de disfrutar y de querer continuar este hermoso viaje.
Y la sorpresa se hace presente, porque cuando nos bañamos en la humildad, el amor verdadero es el que florece.
Colores que nacen para crecer y que nuestras miradas se manifiesten y puedan expresar lo que el alma tiene para decir.
Y la verdad quiere salir a la luz, porque hoy existen más colores para confirmar todo lo bueno que hemos dado.
Los secretos, sólo quedan reservados y cada vez son menos, porque no deseamos tenerlos guardados para acumular información.
Cada color tiene su misión y un mensaje que debemos descifrar, porque a modo de juego, sacará al niño eterno que le gustaría pintar la vida que desee.
Y nuevamente el amor, se pintará con los sabios colores del amor, porque del otro lado hay alguien dispuesta a un nuevo rayo de luz.
Y el compartir, ya es uno de los verbos preferidos en que 2 personas salen a recorrer las calles, anteriormente llamadas, de la ilusión.
Y todos los colores, no son parte de la ficción, sino que son una realidad latente y presente.
Son las que nos dicen que somos grandes artistas y dueños de una inmensa paleta de colores, que son los que nacen de nuestros sentimientos.
MARIANO SANTORO

miércoles, 19 de agosto de 2015

Promesa

En cada escalón que puedo subir, me detengo unos instantes para agradecer por todo lo vivido y por el camino que llega.
Las situaciones suelen ser difíciles y eso también es motivo para agradecer, porque pruebo mi fortaleza.
En cada acierto, confirmo que la experiencia ha sido bien válida y certera.
Muchas veces nos cruzamos con obstáculos que impiden que continuemos y es probable que la vida nos esté diciendo que tal vez ese no sea nuestro destino.
Cada desafío, me lo tomo como un compromiso conmigo mismo.
La garantía es saber que mi perseverancia siempre ha sido una de mis virtudes.
Mi memoria me ayuda a no olvidar completamente la oscuridad que conocí, ya que de esa manera puedo valorar mucho más la luz.
Y tengo la esperanza de que mi corazón siga latiendo con pasión por todo lo que aparece en mis pensamientos.
Me sobra voluntad ya que la voy alimentando con la obligación de amar la vida, porque tengo una misión.
Y no sólo cumplo años, sino que cumplo mis promesas, porque llegan a mí, para confirmar que soy y seré siendo una persona confiable.
Las palabras ajenas las tomo propias y las ofrendo renovadas con cariño.
Suaves caricias con son signo de toda mi esencia.
Y la vida me invita a una gran celebración y me dejo llevar, porque estando en el camino correcto, las puertas nacen desde las oportunidades que nos damos.
En cada puesta de sol, mi corazón manda y es quien sabe que tiene que seguir dando amor.
Las protestas que alguna vez tuve, las modifiqué a propuestas.
Hay un juramento que uno hace con la fe y es ahí cuando nace el compromiso real.
Mi deber es controlar todo lo que llega y darle el sentido para que sea productivo.
Las semillas que nacen son parte del pacto con la tierra que nos brinda su hospitalidad.
Y es por eso que me gustan las promesas, porque me da mucha satisfacción poder cumplirlas.
MARIANO SANTORO

domingo, 16 de agosto de 2015

Respiro

Respiro, porque me sobran motivos.
La vida es una constante celebración y siempre hay algo por lo cual estar agradecidos.
La riqueza de la inspiración que me permite crear y hacer realidad lo que se gesta en mi mente y nace y luego crece como logro.
Respiro porque aprendí a ser paciente y la calma me ayudó a saber esperar, porque cuando el corazón lo siente, llega el momento en que sucede.
La vida no se vive estando sentado, sino accionando y toda idea, puede transformarse y ser un hecho.
Siempre he sido un buen sembrador de ilusiones y muchas de ellas, nacieron de un sueño y luego, la experiencia ha hecho su trabajo.
Respiro porque es mi deber y obligación, porque toda prueba superada deja enseñanza.
Y miro el planeta en el cual vivo, en el cual no hay soledad porque aprendí a vivir conmigo mismo.
Las estrellas me rodean y me abrazan y ellas saben que son buena compañía.
Respiro y me tomo mi tiempo para disfrutar de cada inspiración.
Me siento a escribir y mis dedos toman vida por sí solos ya que están permanentemente conectados con mi ser y son los traductores de todo lo que pasa en mi interior.
Las hojas en blanco, son tan sólo una oportunidad de la vida para poder escribir nuevas historias.
Respiro, porque he sabido ganar espacios, sin ocupar el de alguien, porque la fe es la que mayor puertas abre.
Y un inmenso sol que me saluda desde lo exterior y se cruza varias veces con la luz que brilla en mí.
He sabido hacerme amigo de la naturaleza porque alimenta mi visión.
Respiro, porque estoy tranquilo y en mi descansar, mi cuerpo sabe bien lo que es el esfuerzo. 
Me relajo ante los hechos concretados, porque mis pensamientos han sido tan positivos que se conectaron con el destino.
Y son deseos que se cumplen, como mis años, que me dan sabiduría.
Respiro, porque el amor es mi mayor oxígeno.
MARIANO SANTORO

viernes, 7 de agosto de 2015

Espiral

Las palabras comienzan a avanzar, se acercan y dialogan.
Amanece para olvidar lo que se transformó en ficción y hoy es una hermosa partida.
Los días van mutando y quieren motivar el milagro del cambio.
Todo es posible cuando el artista que vive en nosotros, toma impulso y empieza a caminar.
Los pétalos se llegan a abrazar uno con el otro, uno sobre uno y la vida se hace más florida.
Ese mundo privado que estuvo abierto a un cambio, vio que delante estaba el destino y sin pedir permiso, avanzó.
Las huellas que llegaron mientras estaba jugando contigo, fueron las que la vida me estaba leyendo.
Aceptar, era lo único que tenía que decidir y comencé a dedicar cada segundo a sembrar dulzura.
Me atreví a madurar, ya que se trataba de mi propio existir.
Me acordé de los regalos, de soñarte brillante y perlada.
Los relojes que siempre quisieron controlar el tiempo, sirvieron como terapia.
Y vos estabas desnuda y podía admirar todos tus lunares.
Vestidos de aguamar, vos eras única entre varias sirenas. 
Aquéllas palabras en las que me decías: Suéñame, se hicieron tatuaje.
Y era el séptimo día de un mes al azar.
Y una nueva puerta se abría ya que ambos teníamos que heredar una vida mejor.
Desnuda sobre mi cuerpo, imagino aquélla canción que nos unió.
La que siempre regresaba en esos momentos de soledad.
Y los anillos que hoy nos unen, son el espiral del amor.
MARIANO SANTORO

martes, 4 de agosto de 2015

Esperar

Ten paciencia, sólo tenés que esperar.
La natural belleza se ha amoldado a tu cuerpo y sabe por todo lo que has pasado.
Los colores, al verte, quieren adaptarse a tu ser y crear un nuevo arcoíris.
La desnudez de tu alma es vestida por los sueños que aún mantenés en el cofre de la esperanza.
Y la felicidad ya sabe de vos, ya te conoce y cree en que pronto estarás tan cerca que podrás abrazarla.
Tus cabellos corren al viento y sienten el maravilloso poder de la libertad.
Y libre son tus pensamientos, que ya comienzan a ver la vida desde lo positivo.
Tu niña interior ya juega en los espacios que supo conseguir.
Y la sangre que corre por tus venas, te va generando la adrenalina necesaria para hacerte saber que el camino, ya está a tu disposición.
Puertas mágicas se han presentado ante ti y te invitan a pasar.
Todo tu ser es la llave correcta que te conecta con la vida que tanto deseaste y hoy, está a instantes.
Esperar, es tan sólo un espacio/tiempo para que se aquiete la velocidad mental.
Tus latidos quieren marcarte los pasos a seguir en todo el lugar que vas haciendo mientras te diriges hacia tu destino.
Los recuerdos vencidos se deslizan por tu cabeza hasta caer y perderse entre el verde de la naturaleza.
Y tus emociones, siembran semillas de sentimientos porque has fortalecido tu creencia.
Y vos misma estás creyendo más en vos.
La experiencia es la ciencia de la vida que te muestra que todo tiene un motivo del cual se hace lección y aprendizaje.
Tus gestos se van modificando y la sonrisa ya se instala en tu rostro, bello rostro que refleja la pureza de tu interior.
Ten fe y sé feliz; esperar es el verbo que te confirma que tu decisión ha sido la correcta.
MARIANO SANTORO