Fechas causales que aparecen y traen sombras del pasado.
Instantes que han quedado grabados por diferentes motivos.
Situaciones que dejaron su propia huella y cada tanto, se dan una vuelta por nuestro presente.
Y hay veces, que en esas visitas, traen nuevos mensajes para descifrar.
La curiosidad de poder encontrarle soluciones a viejos problemas.
Sombras que no oscurecen, sino que son vitales para esclarecer momentos importantes de nuestra vida.
Imágenes que llegan para recordarnos que hemos pasado por mucho y hoy estamos acá.
Más dolidos, más resilientes, sanados, salvados y con fe.
Un pasado que parecen miles, por la intensidad de cada vivencia.
Amaneceres novedosos en los que le damos mayor importancia.
Aprendimos a valorar lo que no tiene precio.
Sombras del pasado que reflejan nuestros anhelos.
Horizontes cercanos que confirman que la esperanza ha sido verdadera.
Observar lo que fuimos, mirando lo que queremos ser.
Y ese ser que ha crecido, se ha elevado, ha valorado el significado de la vida.
Y lo que alguna vez fue tristeza, se ha secado para dejar paso a un mar de alegrías.
Viajes en el tiempo donde no pensamos a qué lugar íbamos a llegar.
Y un destino que vino para quedarse.
Y un amor renovado que llega para enamorarse.
MARIANO SANTORO