Tu marca personal, es la huella de tus actos.
Todo lo que has aprendido y hoy sabés el valor de compartir esa experiencia.
En esa rueda maravillosa en la que desde el lugar de alumnos, intercambiamos con la de maestro.
Huella que se ha hecho piel; lo que se deja, lo que se expresa.
Un camino que comenzó con un primer paso y hoy, viendo a la distancia, ha sabido conseguir un destino.
Un recorrido que tuvo sus obstáculos y que se fue abriendo paso a través de intentar.
Esa vocecita interna que nos animaba a seguir, porque ese camino que empezaba, era el que nos ofrecería sus mayores enseñanzas.
Manos que han moldeado lo que han tocado.
Pies que perseveraron y creyeron.
Mente despejada que supo encontrar los nuevos caminos.
Fe, que ayudó a abrir nuevas oportunidades.
Intuición para discernir en qué lugares no entrar y saber hacerse a un lado.
La tierra amiga y naturalmente, brindó su sabiduría para comprender mejor el rumbo a seguir.
Tu marca personal es lo que sentís al saber que has hecho camino en donde no lo había.
Tu rol de creador, ha cumplido sus propias metas.
Ilusiones que se hicieron realidad, transformando mundos virtuales.
El trabajo que se presentó, fue el mismo que supo dar la mezcla ideal entre diversión y crecimiento.
Esa huella que otros tendrán como guía; tal vez, copiando o imitando tus pasos.
Pero lo que has hecho, tiene el valor de haber sido el primero, porque tu fuerza interna, te ha dicho que podías hacerlo y esa fue tu ley.
MARIANO SANTORO