Un pizarrón verde lleno de esperanza, se presenta ante ti para escribir la mejor de tus historias.
La escuela de la vida, será la encargada de enseñarte una gran variedad de materias, las que tendrás que aprobar.
Habrá algunas que no serán de tu agrado y erróneamente, pensarás que no tienen nada para ofrecerte.
Esas mismas, son las que te marcan, las que dejarán la huella de la sabiduría llegado un determinado momento de tu existencia.
Las lecciones que debemos escuchar, principalmente con el corazón, son las que sellaremos con la pasión que crecerá a través del tiempo.
Y ese tiempo sabio, sabrá sacar a relucir el aprendizaje incorporado.
El alumno que vive en nosotros, será alumbrado para optar por la misión que deberá elegir.
Cada uno tiene en su poder, el maravilloso encanto de elegir, desde la libertad del ser.
Venimos a experimentar esta fascinante vida, con un baúl lleno de ilusiones, de deseos y de encontrar nuestra misión.
El hecho de transmitirlas, fortalecerá lo que somos como seres humanos.
Dando, multiplicaremos lo que el alma quiere dar a conocer.
Vivenciando cada lección, estaremos conociendo la magia de cada mensaje.
Muchas personas llegarán a nosotros y varias, serán parte de los obstáculos a esquivar, para poder continuar en el camino correcto.
Toda persona, tiene algo para decirnos y está en nosotros discernir si lo que expresa, será para aportar.
Y el comportamiento personal, nos definirá en el trayecto.
Si nos permitimos movernos con la inocencia de un niño, con la sabiduría de un adulto y con la esencia de los valores adquiridos, la misión verá la luz.
Darle sentido a todos los años de libros y de escuchas, de pensar y de sentimientos, de observar para crecer.
Todo lo que ha llegado a vos en cada momento, tiene el significado que sólo tu interior sabrá darle y valorar.
Y en este presente maravilloso, tu misión, si decides aceptarla, es ... vivir.
MARIANO SANTORO