Luego de haber superado las pruebas habituales de la vida, comenzaste a crecer.
El desarrollo de tu personalidad, estaba a la par de tus ideales.
Todo progreso surgió de manera natural y te alegraste.
Tus emociones se desplegaron como alas.
Y todo era avanzar, porque el destino imaginado estaba por delante.
Convertiste lo que alguna vez fue oscuro en colores.
Fuiste vanguardia y creaste estilos y modelos.
Alteraste horas y saltaste pasos en nombre del proceso.
Te mudaste de barrios y sueños, hasta adueñarte de tus espacios.
Todo tu cuerpo mutó en un nuevo ser.
No cualquiera puede adaptarse a los cambios, pero vos lograste eso y mucho más.
Tus movimientos acertados tuvieron la velocidad correcta.
Y la transformación de tus pensamientos hizo un trabajo perfecto.
Aprendiste a pararte en la vida.
Y la sabiduría de tu propia experiencia supo ayudar.
Hoy te ves distinta, pero no distante.
Te acercaste a los que viste que estaban como tu pasado y los acompañaste a encontrar su misión.
Hoy podías volar, caminar, flotar o deslizarte.
Ya nada podía impedir tu evolución.
MARIANO SANTORO
