La satisfacción que nos genera encontrarnos con la inmensidad de la vida.
La sabia naturaleza nos brinda cada día, decenas de oportunidades.
Cada uno, repartidos en diferentes instantes.
Cruzarnos causalmente para que la vida nos sorprenda.
Chocar con la verdadera realidad para hacernos cargo.
Modificar esas pequeñas cosas que nos harán grandes personas.
Cambiar lo que ya no nos sirve.
Mutar de piel, dejar atrás lo que dañó.
Darle paso a lo nuevo, a todo eso que nos hace pensar.
Lo que el cuerpo siente y se anima a experimentar.
Inmenso es el universo para darle espacio a detalles que nos molestaron.
Somos más grandes que cualquier inconveniente.
Somos tan humanos que debemos permitir que la espiritualidad nos abrace.
Elevar las manos para enmarcar los bellos cuadros que dan presente en cada amanecer.
Agradecer todo lo que llega y todo lo que la sabiduría deja que se aleje.
Nuestra tarea es disfrutar.
Nuestra misión, la construimos cada vez que nuestros párpados se abren.
Observemos más allá de los límites mentales.
Miremos dentro del corazón y dejemos que el poder de la felicidad, entre y se adueñe del ser.
MARIANO SANTORO