Una a una fuiste acomodando las piezas.
Las ideas ya estaban relativamente en orden.
Ha costado demasiado trabajo unir todo lo que considerabas realizado.
Lograste mirarte en el espejo de la vida.
Reflejaste lo que tu corazón necesitaba.
Viste instantes de lo vivido.
Observaste que todo tenía un motivo.
No todo tiene una explicación y eso también lo comprendiste.
Cambiaste en muchas oportunidades y ese crecimiento hoy hacen de vos una gran persona.
La sabiduría de la evolución en el trabajo interior.
Bucear y ver más allá de lo que uno se acostumbra.
Y enfrentarnos a miradas ajenas, a voces amigas, a palabras cariñosas.
El horizonte se abría porque tu meta tenía un buen guía.
Le diste sentido a tus movimientos y cada uno, llevaba su propio mensaje.
Es un verdadero lujo poder vivir sin dar explicaciones.
Excusas que frenan la libertad de la persona.
Y tu bondad, ha hecho de vos ese que aún quiere más desde la humildad.
Completar el camino, es tan sólo una parte del destino.
MARIANO SANTORO