Los sueños se fueron acomodando para dejar algunos ideales y te fuiste haciendo lugar.
Tu protagonismo, se hizo tan presente que sorprende y maravilla.
Los latidos tomaron el ritmo de la alegría.
Y en el amanecer, una canción se transformó en tu saludo.
El azar musical siempre acierta y esos son los mensajes que saben llegar al corazón.
Y observo por la ventana y me encuentro con algunos pajaritos que se acercan a otros como familia.
Hablo al cielo mientras dialogo con mi alma.
Y las palabras salen solas sin guion, pero con sentido de fuerza y valor.
La fe está en todas mis acciones.
Y el sol que se despierta a mi lado y brilla en mi ser.
Hacia donde mire, siempre estás.
Demasiado cerca.
Y ese amor es el que me motiva.
Veo la ruta y también un horizonte, en la que tu compañía es clave para llegar.
Me focalizo en la paz de lo que me rodea.
Dejo el mar energético para llenarme de él.
Y las montañas de esperanza que me ayudan a llenar el equipaje.
Me alimento de los sanos recuerdos.
Y agradezco por todo lo que compartimos.
MARIANO SANTORO