Muchos hablan de la suerte, pero yo creo en otras cosas.
Más allá de cualquier adversidad, hay que ponerle la mejor onda.
La mayor dicha es poder despertar y darnos cuenta todo lo que podemos hacer en este día.
Abrazarnos a nuestras acciones y causalidades.
Dejando atrás lo que algunos crean que es casualidad.
Y aunque las cartas estén marcadas de tantas partidas jugadas, aún tenemos mucho por ganar.
La felicidad de compartir bellos momentos con gente querida.
La fortuna de saber que hay amigos que acudirán a nosotros, ante cualquier inconveniente.
Y las estrellas que nos guían brillan con su mayor potencia.
La importancia de rodearnos de una energía saludable.
De conectar únicamente con todo lo que nos haga mejor persona, mejor humano.
Y por más que existan riesgos, debemos animarnos a hacer todo lo que nos dicte el corazón.
Llenar el envase con sentimientos positivos, con emociones que nos hagan evolucionar.
Y la prosperidad viene de la mano de nuestra fe.
El azar, es una interesante palabra, pero lo que realmente creemos, va mucho más lejos.
Algunos tendrán sus ritos, sus mitos y también sus favoritos.
Pero el destino se construye en el presente.
Y tener la bendición de que nuestros latidos, sean la mejor canción.
Creo en la eterna trilogía que me da fuerzas para vivir.
MARIANO SANTORO