domingo, 19 de diciembre de 2021

Desde el corazón

Varias veces sentía que me perdía dentro de laberintos de emociones.

Mi mente volaba libremente como si fuera un pasaporte diplomático.

El cuerpo juvenil, sabía aguantar el golpe.

Pero el dolor interno, se volvía más intenso.

Mis piernas caminaban sin rumbo, pero descubriendo a su paso, lugares inimaginables.

Mis brazos se aferraban a cualquier cosa, incluso a personas anhedónicas.

Y el placer, se transformaba en una herramienta casi de lujo.

El invierno nunca llegó a ser tan frío como los prejuicios acumulados.

Las palabras silenciosas, sólo quedaban en cuadernos y viejas agendas adolescentes.

Siendo consciente que crecer, era lo necesario para el ser.

Como un artesano espiritual, fui armando las piezas repartidas por la vida.

Me encontré con todas mis personalidades y tuvimos una interesante reunión.

Los diferentes roles que etiquetaron mi existencia, marcaron la diferencia.

La decisión unánime, fue seguir adelante.

Y acá estoy, hablando desde el corazón.

Con mi alma bien cerca de la fe.

Despejando vanidades, ordenando prioridades.

Animándome a sentir, para mejorar la calidad de vivir.

Transformando las paredes y dejar que salga mi propia luz.

MARIANO SANTORO