Los caminos del destino, siempre han sido 2 y fuimos afortunados en encontrarnos.
Tuvimos opciones y de alguna manera, el universo nos ayudó a elegir lo correcto.
Dios ha sido el guía maestro.
Y el amor que estuvo en nuestro interior, tenía deseos genuinos de crecer.
La evolución personal es trascender, que hay algo más por conocer y aprender.
Y la sabia vida, nos ha mostrado demasiadas lecciones en la que la tarea, era superarlas.
Y no en todas nos ha ido de la manera adecuada, pero las afrontamos.
La soledad no fue tan grave, porque nos permitió conocernos en lo más profundo.
Hablamos tantas veces con nosotros mismos, que hemos tenido hermosas conversaciones.
Reflexiones para discernir y tomar mejores decisiones.
Viajamos por todos los estados emocionales y nos cruzamos con circunstancias que nos golpearon.
Y ahí nos vimos, como que la puerta estuvo ahí adelante y sólo prestábamos atención a las paredes.
Sonrisas amables nos dieron la bienvenida.
Sentimos que mirarnos, era la gran fiesta anhelada.
Vestidos con verdades y desnudos con el alma.
Latiendo ilusiones musicalizados con bellas canciones.
Luna en mí y sol en vos.
Multiplicados.
En un inmenso cielo abierto de sentimientos.
MARIANO SANTORO