Mujer luz, para brillar cuando otros hablan de oscuridad.
Luminosa, porque supo atravesar sus propias noches.
El resplandor de su rostro es lo que hace bien a todos los que observan.
Amanecer en su ser, porque su luz, es lo que nos transmite paz.
La electricidad es lo que la conecta con lo bello del universo.
Fuerza invisible que está para ayudar a los demás.
Poder en sus decisiones, porque ha sabido chocar y aprender de errores.
Paciencia, porque sabe que tan sólo una pequeña lucecita, sirve para esclarecer pensamientos.
El destello de su presencia ante cualquier multitud.
Solidaria, porque primero se ayudó a sí misma.
Y al igual que demasiados, estuvo perdida, pero al ser faro, ella encontró el camino.
Lámpara vigía para acompañar al destino.
Si corazón es el mejor Norte que uno pueda desear.
La brújula emocional para enfrentarse al amor.
El conocimiento de la esperanza.
La tranquilidad de los movimientos, porque lo bueno, siempre llega a uno.
La elevación espiritual, porque conoció lo más profundo.
Sabe hacia dónde se dirige y no pide permiso ni perdón.
Ella es amor, ella es una mujer luz.
MARIANO SANTORO
