miércoles, 11 de marzo de 2009

Alejándome del mar

Tuve la oportunidad de sentir el mar en mi cuerpo. Tanta cantidad de agua, orgullosa y codiciosamente para mí solo. Soy agua, mi signo occidental es agua y necesitaba esa ducha de energía. Me bañé, me arrodillé y lo enfrenté. Las olas se acercaron y me fortalecieron. Me dieron ideas. Me renovó. Algunos dolores se están yendo. Los físicos no serían tan importantes, hablo de los emocionales. Esos que tanto cuestan abandonar. Nuestro cerebro a modo de imán, los atrae. Se adhieren a nosotros y van tomando control. Esos dolores ya hechos síntomas, casi imposibles de borrar y los malditos recuerdos nos los traen en momentos en los que creemos que estamos superándolos.
Vuelvo con el mar como aliado, como mi mejor amigo y con ganas de crear una sociedad. La música es el aire que respiro y sin ella no puedo hacer nada. La música se compone curiosamente con esas 3 letras: MAR. Melodía. Armonía. Ritmo. Hagamos nuestras propias melodías. Seamos armoniosos en nuestra vida. Pongámosle el ritmo que deseamos y en el momento adecuado. Bailemos de alegría. Disfrutemos lentamente. Sembremos ideales y usemos el agua de mar, el agua de la energía positiva.
Físicamente abandoné al mar y a la vez lo llevo conmigo. Amar al mar. Yo soy el mar. Soy el que besa la arena, la adora, la siente, deja huellas y rastros. Se entrega y se vuelve a ir. Con la libertad y sabiduría que volverá a repetir ese ritual. El mar está y es libre, la arena mujer está a su espera, a su llegada.
Ojalá logres ser como la arena y ser paciente. La paciencia para saber que pronto tendrás tu propio mar besándote y dándote la energía para seguir, para sentirte completa y llena de felicidad. Ya sos feliz, pero no te das cuenta. Tenés mucho que no sabés de vos. Conocete. Mírate por dentro. Buceá por tus sentimientos y encontrarás el más hermoso mar que jamás imaginaste.
Y lo mejor, es que solo te pertenece a vos.
MARIANO SANTORO