lunes, 14 de marzo de 2011

Compartir mucho más que palabras

En el amor verdadero de pareja hay mucho más que palabras.
Hay infinidad de momentos que se disfrutan para compartir.
El hecho de mirar a nuestra pareja, solo mirarla y saber que está, que pertenece a nuestra vida y que siente algo muy fuerte y que nuestro corazón late por ella, es maravilloso.
Cuando uno siente ese enamoramiento, esa admiración en la cual se permite hacer cualquier actividad y todo es en vista al progreso mutuo, todo eso fortifica a ambos.
Pero qué nos pasa cuando no tenemos a esa persona? Cuando estamos solos.
O también (y es un ejemplo doloroso), el que esté en pareja pero la distancia sentimental es abismal.
Cuando se perdió el amor y ya es tan solo una persona que está, pero no nos afecta en lo más mínimo; que nuestro cuerpo ya no siente lo mismo; que la piel es tan solo lo que cubre el cuerpo, pero en lo que se refiere a la pareja, es casi un desconocido.
Cómo se vive el día a día?
Es un camino en donde tenemos que reflexionar bastante y no ser impulsivos, ya que eso nos puede destruir mucho más.
Pensar muy bien los pasos a seguir; si es posible consultar con profesionales y a la vez con amistades fieles.
Si en el medio hay hijos, es un obstáculo más, pero nada debe impedirnos a ser felices.
Cuando nos prioricemos el camino se hará más agradable de transitar.
La paciencia no estará tan a mano y es posible que deseemos que todo transcurra lo más veloz posible, pero la velocidad no es buena.
Tranquilidad es una de las claves.
Tomarse tiempo para pensar; estar al aire libre, mirar la naturaleza y descubrir qué es lo que queremos de ahora en más para nosotros.
Cuando veamos a parejas, solas o con sus hijos, pensemos en que todo eso es posible, aunque ya hayamos tenido esa vivencia, todo se supera, todo se puede arreglar si hay fe y si el diálogo es ameno, interesante y hay entrega de ambas partes.
Pensemos la movida a realizar.
Seguir, tan solo por aguantar esa rutina o empezar de nuevo no sirve, nos atrasa en muchos niveles.
No es tarea fácil, pero si amamos la vida y dentro nuestro pensamos que aún hay mucho más por descubrir y que podemos sentir ese cosquilleo llamado enamoramiento y amor, aún se puede.
Todo está cercano si le damos la oportunidad.
No cerrarnos y a la vez, abrir nuestros ojos y saber que nuestro corazón puede volver a amar y sentir incluso cosas que hasta hoy, no experimentamos.
Cuando estemos con una persona que nos interese y querramos tener algo, dejémonos llevar por el destino.
Lo que muestra la foto es una pareja (o sea 2 mitades de un solo ser, unidos por el amor), disfrutando de la naturaleza, compartiendo y cada uno le sirve de apoyo al otro; hay confianza, hay cariño, hay amor, hay paz y hay una bella escenografía que solo Dios nos la puede dar.
MARIANO SANTORO