El reflejo de lo que sos se ve en tu interior.
Todo lo que hacés y lo que no se ve, es lo que sos.
Tu reflejo es inmensamente rico.
Y hasta tenés la habilidad de poder ocultar emociones.
Naciste luna y brillás hasta en la oscuridad.
Amás el mar y ahí es donde podés dejar caer algunas lágrimas para confundirse con la energía del agua, la que te renueva y te da fuerzas hasta tu próxima aparición.
Siempre estás; siempre vas a ser hermosa.
Aunque la belleza tenga otros parámetros; aunque los gustos humanos cambien; serás siempre vos.
Esa luna que sale y con todo su semblante se posa y se deja admirar.
La que hace mucho tan solo estando presente.
La que juega, la que ríe y llora.
La que ama.
La eterna romántica con todo su amor incondicional.
La bella y la perfección de lo misterioso.
No tenés leyes ni reyes.
No sabés de tiempos ni de esperas.
Sos tan y simplemente vos.
Naciste y te hiciste de nuevo.
En cada noche de cada día salís a cuidar y lo hacés muy bien.
Tenés una gran misión; que es la de influir en las personas.
Dejás que cada uno vuele, quiera llegar a vos; se sienta acompañado por vos.
Aunque la distancia de tu ausencia esté tan presente como para tocarte y sentirte.
Estás ahí y se nota.
Sos nota porque sos música.
Sos música porque sos armonía.
Y en cada melodía, aparecés para inspirar.
Tu eterno romance con el sol.
Tu eterno sentimiento que se refleja en cada ser.
Aparecés, fluís, iluminás.
Brillás, ganás, jugás.
Convencés y también imaginás.
Muchos te ven pero uno solo te siente.
Sentir que estás en cada rincón, en cada recuerdo.
Estás en la memoria y en el aroma.
Sos perfume, sos persona.
Sos tan sexy que varias veces al mes te mostrás solo una parte.
Hacés que extrañen tu entereza.
Sos completa y te completás más en cada salida.
Y tenés al mar que siempre estará con vos, aunque sean pocas las veces que se toquen.
Ya que la cercanía no se mide en palabras, sino en sentimientos.
Esta noche saldré a buscarte.
Miraré hacia el cielo y sé que te encontraré en mi corazón.
MARIANO SANTORO
sábado, 28 de enero de 2012
martes, 24 de enero de 2012
Sé que puedo lograrlo
Sé que puedo lograrlo, ya que la esperanza está de mi lado.
El sol que me ilumina me fortalece para seguir y creer.
Muchos sueños y deseos que quieren ser realidad están a la espera de concretarlos.
Cuando uno está bien con uno mismo, generamos una adrenalina creativa que nos permite hacer muchas cosas y entre ellas, el hacer el bien y ayudar de manera incondicional.
El amor, es una de las grandes tareas pendientes pero no se logra desde la desesperación; sino que el amor se practica.
Si hablamos del amor de pareja, eso se hace entre 2, por lo tanto, mientras nosotros amemos de la manera más pura que podamos, el destino se encargará de poner en nuestra vida, en nuestro camino a ese ser que compartirá desde momentos hasta mucho más que tiene el amor en su haber.
Sorprendernos, emocionarnos y creer que todo es posible porque así lo imaginamos.
Sé que puedo lograrlo, porque alguien me guía y me da fuerzas, me incentiva a seguir ya que el camino es infinito y mucho más, si se lo transita con amor.
Sé que cada piedra que encuentre en mi camino podré usarla para crear y armar un sendero seguro para los que vengan detrás de mí.
Sé que cada pared que se interponga en mis metas, podré quebrarla con inteligencia y estando en un nivel de conciencia tranquila, lograré hacer una puerta para seguir caminando.
Sé que en cada lluvia que me bañe, recibiré gotas de amor.
Sé que cada nube oscura que se presente, me traerá la esperanza que detrás hay un enorme sol por nacer cada día que lo necesite.
Sé que puedo lograrlo.
Porque tengo fe y tengo metas concretas.
Porque creo y hago.
Porque sueño y proyecto.
Sé que puedo y lo declaro y Dios me escucha y está de mi lado.
Querer es poder y puedo porque quiero pero no por el solo hecho de querer por orgullo, sino porque es mi misión.
Toda misión no es tarea fácil, pero si nuestro corazón lo siente así y el alma nos confirma que es un buen camino, todo llega.
Los tiempos humanos son diferentes a los de Dios.
Incluso los tiempos del amor son diferentes al de los humanos.
Y nuevamente nos damos cuenta que Dios es Amor.
Todo lo que hagamos con amor, Dios nos cederá los medios para conseguirlo.
Sé que puedo lograrlo, porque al despertar, mi rostro se invade con una enorme sonrisa de felicidad y eso es porque estoy cada vez más cerca.
Dios me ayuda; mi familia me ayuda, yo mismo y aunque por momentos me cueste, me ayudo.
Y sé que vos estás ayudándome y eso me fortalece!
MARIANO SANTORO
El sol que me ilumina me fortalece para seguir y creer.
Muchos sueños y deseos que quieren ser realidad están a la espera de concretarlos.
Cuando uno está bien con uno mismo, generamos una adrenalina creativa que nos permite hacer muchas cosas y entre ellas, el hacer el bien y ayudar de manera incondicional.
El amor, es una de las grandes tareas pendientes pero no se logra desde la desesperación; sino que el amor se practica.
Si hablamos del amor de pareja, eso se hace entre 2, por lo tanto, mientras nosotros amemos de la manera más pura que podamos, el destino se encargará de poner en nuestra vida, en nuestro camino a ese ser que compartirá desde momentos hasta mucho más que tiene el amor en su haber.
Sorprendernos, emocionarnos y creer que todo es posible porque así lo imaginamos.
Sé que puedo lograrlo, porque alguien me guía y me da fuerzas, me incentiva a seguir ya que el camino es infinito y mucho más, si se lo transita con amor.
Sé que cada piedra que encuentre en mi camino podré usarla para crear y armar un sendero seguro para los que vengan detrás de mí.
Sé que cada pared que se interponga en mis metas, podré quebrarla con inteligencia y estando en un nivel de conciencia tranquila, lograré hacer una puerta para seguir caminando.
Sé que en cada lluvia que me bañe, recibiré gotas de amor.
Sé que cada nube oscura que se presente, me traerá la esperanza que detrás hay un enorme sol por nacer cada día que lo necesite.
Sé que puedo lograrlo.
Porque tengo fe y tengo metas concretas.
Porque creo y hago.
Porque sueño y proyecto.
Sé que puedo y lo declaro y Dios me escucha y está de mi lado.
Querer es poder y puedo porque quiero pero no por el solo hecho de querer por orgullo, sino porque es mi misión.
Toda misión no es tarea fácil, pero si nuestro corazón lo siente así y el alma nos confirma que es un buen camino, todo llega.
Los tiempos humanos son diferentes a los de Dios.
Incluso los tiempos del amor son diferentes al de los humanos.
Y nuevamente nos damos cuenta que Dios es Amor.
Todo lo que hagamos con amor, Dios nos cederá los medios para conseguirlo.
Sé que puedo lograrlo, porque al despertar, mi rostro se invade con una enorme sonrisa de felicidad y eso es porque estoy cada vez más cerca.
Dios me ayuda; mi familia me ayuda, yo mismo y aunque por momentos me cueste, me ayudo.
Y sé que vos estás ayudándome y eso me fortalece!
MARIANO SANTORO
jueves, 19 de enero de 2012
Mi nombre es Mariano
Mi nombre es Mariano y al igual que el mar, estoy lleno de energía.
Mi nombre es Mar, agua y fortaleza; miedo y alivio; tranquilidad y movimiento.
Mi nombre es Amor; ya que sin él no se puede vivir. Dios es amor, todo es amor si lo vemos con los ojos del corazón.
Mi nombre es Recuerdos, ya que sin ellos, no sería quien soy. Inmensa cantidad de momentos vividos que han hecho que la experiencia sea mi raiz más fuerte.
Mi nombre es Inteligencia, ya que con ella me guio, me manejo y trato de sortear cada obstáculo que pasa delante de mí.
Mi nombre es Ayudar, ya que al hacerlo, me lleno de energía, de paz, de alegría y satisfacción. La felicidad crece cuando se hace desinteresadamente.
Mi nombre es Nacer, ya que en cada amanecer, en cada día tengo la chance de ver lo mejor de mí y de alejar lo que no me sirve y seguir.
Mi nombre es Oportunidad, porque siempre se puede si se quiere desde el alma. Dar para recibir, oportunidades para no perder.
Podrán llamarme de distintas maneras y hasta incluso algunos se irán de mi vida por diferencias; pero jamás perderé mi seguridad y mi personalidad.
A muchos no podrá gustarle cómo soy y es normal; eso es la vida, no soy el centro del mundo, sino un integrante de este planeta que ama y quiere hacer el bien.
Al igual que en el mundo o en muchos aspectos de la vida, hay 2 lados y sé muy bien el camino que estoy caminando y que hago bien.
Podrán decirme ególatra, soberbio, engreído, caprichoso; pero siempre seguiré siendo yo mismo.
Lo que vean no es lo que importa, sino lo que haga.
Este envase que contiene a Mariano es un ser extremadamente sensible que se endurece para la gente ignorante que cree que haciéndome daño, ganarán.
El único que gana es Dios y los que estamos con él.
Son muchas las puertas y son muchas las veces que tratarán de golpearme, pero todas, jamás podrán contra mí.
Siempre seré Mariano, aunque a muchos no les guste.
Siempre habrá alguien que me necesite, alguien que me ame, siempre habrá arena y siempre habrá mar.
Y cuando haya oscuridad, no dudaré en ir a alumbrar el camino de quien me pida ayuda.
MARIANO SANTORO
domingo, 15 de enero de 2012
Transmitiendo energía
Abrimos los ojos y comenzamos a llenarnos de información.
De a poco, vamos sumando todo lo que nos aporte para ir creciendo.
En cada momento de cada situación encontramos ambos polos, pero todo es energía.
Y está en nosotros decidir con cual quedarnos.
Somos energía ya que al estar de cualquier estado anímico, la transmitimos.
Si más allá de los ojos, vamos atrayendo otra clase de energía, también entra en nuestro ser y ahí también tenemos que elegir qué hacer con ella.
Somos poder y tenemos poder.
La única limitación que tenemos es la que nos autoimponemos.
A través de nuestras manos, podemos obrar y edificar todo lo que deseamos; incluso nuestra propia vida.
Con las manos saludamos y damos la bienvenida.
Con las manos acariciamos y sentimos y permitimos al otro sentir.
Con las manos, se transmite la energía y parte de lo que somos y queremos ofrecer.
Todo nuestro cuerpo se expresa y mostramos lo que somos y eso se logra ante la presencia, ante el estar y que nos miren en persona.
La buena energía se puede transmitir de diversas maneras, pero frente a frente le sumamos confianza y sinceridad.
Todo lo que digan de nosotros, queda enterrado cuando se encuentran con el verdadero, el que no tiene nada que esconder y que brilla y tiene energía positiva.
Todo lo bueno atrae lo bueno.
Todo lo que llega a nuestra vida, se puede reciclar y transformar.
Malo por bueno.
Envidia por admiración.
Odio por amor.
El amor es energía pura y solo se transmite desde corazones sinceros.
Corazones que laten cuando hacen realidad sueños para muchos imposibles e inalcanzables.
Ojos que se deslumbran y asombran.
Ojos que dejan caer lágrimas de felicidad cuando las cosas salen bien.
Emociones y sentimientos.
Amor y más amor.
Ver la felicidad en los demás cuando fue uno quien la generó; quien encendió la luz en cadena amorosa para iluminar un camino.
Ver alegría y recibirnos con un abrazo.
Y nuevamente el ida y vuelta de energía.
Dar para recibir amor.
Agradecer porque el amor se multiplica.
Y nuevamente la energía que nos inunda.
Y nuevamente sumamos deseos y sueños, metas y proyectos.
Sumar para crecer y embellecernos por dentro ya que ese brillo traspasa nuestra piel y se ve en nuestro ser.
Exteriorizamos energía y amor.
Luz y paz.
Alegría y felicidad.
Transmitiendo energía nos hace mejores personas.
Y todo suma y todo nos va haciendo cada día más felices ya que en el camino, solo encontramos positivismo.
Encontramos diálogo e interacción.
Encontramos historias y sumamos anécdotas.
Encontramos experiencias y las hacemos propias.
Todo para aprender y todo para transmitir.
Eso se llama energía del amor.
Eso se llama vivir una vida llamada vida.
MARIANO SANTORO
De a poco, vamos sumando todo lo que nos aporte para ir creciendo.
En cada momento de cada situación encontramos ambos polos, pero todo es energía.
Y está en nosotros decidir con cual quedarnos.
Somos energía ya que al estar de cualquier estado anímico, la transmitimos.
Si más allá de los ojos, vamos atrayendo otra clase de energía, también entra en nuestro ser y ahí también tenemos que elegir qué hacer con ella.
Somos poder y tenemos poder.
La única limitación que tenemos es la que nos autoimponemos.
A través de nuestras manos, podemos obrar y edificar todo lo que deseamos; incluso nuestra propia vida.
Con las manos saludamos y damos la bienvenida.
Con las manos acariciamos y sentimos y permitimos al otro sentir.
Con las manos, se transmite la energía y parte de lo que somos y queremos ofrecer.
Todo nuestro cuerpo se expresa y mostramos lo que somos y eso se logra ante la presencia, ante el estar y que nos miren en persona.
La buena energía se puede transmitir de diversas maneras, pero frente a frente le sumamos confianza y sinceridad.
Todo lo que digan de nosotros, queda enterrado cuando se encuentran con el verdadero, el que no tiene nada que esconder y que brilla y tiene energía positiva.
Todo lo bueno atrae lo bueno.
Todo lo que llega a nuestra vida, se puede reciclar y transformar.
Malo por bueno.
Envidia por admiración.
Odio por amor.
El amor es energía pura y solo se transmite desde corazones sinceros.
Corazones que laten cuando hacen realidad sueños para muchos imposibles e inalcanzables.
Ojos que se deslumbran y asombran.
Ojos que dejan caer lágrimas de felicidad cuando las cosas salen bien.
Emociones y sentimientos.
Amor y más amor.
Ver la felicidad en los demás cuando fue uno quien la generó; quien encendió la luz en cadena amorosa para iluminar un camino.
Ver alegría y recibirnos con un abrazo.
Y nuevamente el ida y vuelta de energía.
Dar para recibir amor.
Agradecer porque el amor se multiplica.
Y nuevamente la energía que nos inunda.
Y nuevamente sumamos deseos y sueños, metas y proyectos.
Sumar para crecer y embellecernos por dentro ya que ese brillo traspasa nuestra piel y se ve en nuestro ser.
Exteriorizamos energía y amor.
Luz y paz.
Alegría y felicidad.
Transmitiendo energía nos hace mejores personas.
Y todo suma y todo nos va haciendo cada día más felices ya que en el camino, solo encontramos positivismo.
Encontramos diálogo e interacción.
Encontramos historias y sumamos anécdotas.
Encontramos experiencias y las hacemos propias.
Todo para aprender y todo para transmitir.
Eso se llama energía del amor.
Eso se llama vivir una vida llamada vida.
MARIANO SANTORO
martes, 10 de enero de 2012
Internamente
Sentado frente a mi imaginación, me permito ver y recordar.
Muchas imágenes pasan por delante de mis ojos y por mi mente.
De mis recuerdos salen y envuelven todo el ambiente.
Miro y veo momentos.
Veo y siento paz.
Siento y creo en que puedo ser feliz.
Veo agua, veo cerros, siento aire puro, siento tranquilidad, siento amor.
Me miro por dentro y encuentro pasados, encuentro futuros incompletos y presentes de sorpresa.
Encuentro vida y me encuentro con historias fuertes.
Veo delante un largo camino y una historia que me hace compañía; una fuerte historia de vida que me permite saber que quiero seguir viviendo y creyendo.
Siento en lo más profundo de mi ser que el creer nos fortalece; que cada uno sabe cuál es su límite y que si tiene fe, ese límite puede quedar atrás.
No hay maldad cuando hay amor.
Hay amor cuando hay deseos.
Hay deseos cuando un abrazo te lo demuestra.
El tiempo es algo que no existe cuando 2 personas están muy bien y viven en un mundo de felicidad.
Pasan las horas y los días y solo hay momentos que marcan.
Marcan un camino no recorrido.
Marcan un pasado que no hay que volver.
Marcan al corazón con deseos de latir con más ganas.
Ese Norte que todos queremos, solo se logra conociendo nuestro Sur.
Una sonrisa se instala en mi rostro y sabe que ha elegido ese lugar para vivir eternamente.
Veo que mis pensamientos siguen su ruta de sueños y se encuentran con otros nuevos.
Vuelvo a mirar todo lo que me rodea y veo amor por todos lados.
No me detengo en el ayer, sino que lo miro de reojo porque sé que me quiere decir algo, pero solo escucharé a mi corazón.
Vuelvo a concentrarme y maravillarme con lo que veo, con lo que siento.
La alegría renace en mí.
La paz, va y viene y quiero que se quede quieta y mi ansiedad se mezcla con la tranquilidad que me abraza.
Nada confunde, solo molesta por unos instantes que no logre quedarme quieto cuando ni siquiera me muevo.
Mi cabeza se mueve más que mi cuerpo.
El equilibrio ideal es lo que mi corazón sabe.
Sigo mirando y veo una inmensa luna llena; veo a mis lados y hay paz.
Quiere hacerse mi amiga inseparable.
Veo lo que quiero ver y sé lo que quiero ser.
El agua me transporta y me da energía.
La naturaleza me habla en todos sus idiomas y todas esas bellezas me dicen juntas: Amor!
Pensar, soñar, imaginar.
Todas quieren ser realidad, todas quieren vivir.
Cuando vivimos nos permitimos oportunidades.
Y no hay enojos cuando nuestros ojos miran y saben lo que tiene delante.
Y nos volveremos a encontrar en un abrazo.
Y seremos parte de los recuerdos.
Porque en esos recuerdos ya nos estamos besando.
MARIANO SANTORO
Muchas imágenes pasan por delante de mis ojos y por mi mente.
De mis recuerdos salen y envuelven todo el ambiente.
Miro y veo momentos.
Veo y siento paz.
Siento y creo en que puedo ser feliz.
Veo agua, veo cerros, siento aire puro, siento tranquilidad, siento amor.
Me miro por dentro y encuentro pasados, encuentro futuros incompletos y presentes de sorpresa.
Encuentro vida y me encuentro con historias fuertes.
Veo delante un largo camino y una historia que me hace compañía; una fuerte historia de vida que me permite saber que quiero seguir viviendo y creyendo.
Siento en lo más profundo de mi ser que el creer nos fortalece; que cada uno sabe cuál es su límite y que si tiene fe, ese límite puede quedar atrás.
No hay maldad cuando hay amor.
Hay amor cuando hay deseos.
Hay deseos cuando un abrazo te lo demuestra.
El tiempo es algo que no existe cuando 2 personas están muy bien y viven en un mundo de felicidad.
Pasan las horas y los días y solo hay momentos que marcan.
Marcan un camino no recorrido.
Marcan un pasado que no hay que volver.
Marcan al corazón con deseos de latir con más ganas.
Ese Norte que todos queremos, solo se logra conociendo nuestro Sur.
Una sonrisa se instala en mi rostro y sabe que ha elegido ese lugar para vivir eternamente.
Veo que mis pensamientos siguen su ruta de sueños y se encuentran con otros nuevos.
Vuelvo a mirar todo lo que me rodea y veo amor por todos lados.
No me detengo en el ayer, sino que lo miro de reojo porque sé que me quiere decir algo, pero solo escucharé a mi corazón.
Vuelvo a concentrarme y maravillarme con lo que veo, con lo que siento.
La alegría renace en mí.
La paz, va y viene y quiero que se quede quieta y mi ansiedad se mezcla con la tranquilidad que me abraza.
Nada confunde, solo molesta por unos instantes que no logre quedarme quieto cuando ni siquiera me muevo.
Mi cabeza se mueve más que mi cuerpo.
El equilibrio ideal es lo que mi corazón sabe.
Sigo mirando y veo una inmensa luna llena; veo a mis lados y hay paz.
Quiere hacerse mi amiga inseparable.
Veo lo que quiero ver y sé lo que quiero ser.
El agua me transporta y me da energía.
La naturaleza me habla en todos sus idiomas y todas esas bellezas me dicen juntas: Amor!
Pensar, soñar, imaginar.
Todas quieren ser realidad, todas quieren vivir.
Cuando vivimos nos permitimos oportunidades.
Y no hay enojos cuando nuestros ojos miran y saben lo que tiene delante.
Y nos volveremos a encontrar en un abrazo.
Y seremos parte de los recuerdos.
Porque en esos recuerdos ya nos estamos besando.
MARIANO SANTORO
viernes, 6 de enero de 2012
Del lado del corazón
Cada día sentimos que estamos vivos y nos alegramos.
En cada latido comprobamos que lo que hacemos, sale realmente del corazón y todo lo que sucede, son pruebas para fortalecer ese corazón herido.
Todos hemos pasado por momentos fuertes y hasta hemos tropezado, pero nunca dejamos de latir; nunca dejamos de sentir lo que amamos y lo que queremos para nuestra vida.
Las lágrimas que hemos dejado caer; no fueron porqué sí.
Todo tiene un motivo, todo tiene un plan maestro.
Hay veces en que descreemos que lo que nos pasa es por algo especial.
Ser fuertes, creer y ser uno mismo es la clave.
Nada es fácil, pero mucho menos si no lo intentamos.
Acaso el amor no es dar todo?
Amemos y permitámonos sentir.
Y llegará un día en que un beso nos expresará lo que hasta hoy no sentimos y esa persona comenzará a ver nuestro corazón, pero del lado interno; el que más protegemos.
Entre lo que deseamos, es que del otro lado, nos puedan conocer en su plenitud; que sepan quiénes somos y cuáles son nuestros secretos.
En cada nuevo pensamiento, en cada abrazo que recibimos nos dan más ganas de dar y de compartir.
Es el momento de volver a soñar y de creer.
Si alguna vez pensás en mí, es probable que esté dando vueltas en tu mente.
Si alguna vez no me encontrás, estoy del lado del corazón.
Mi lugar ha sido siempre el amor; he ido y venido y caminado una gran cantidad de calles.
El empedrado me ha enseñado a mantener la firmeza.
Los edificios me han mostrado que la gente trata de cubrirse lo máximo que pueda.
Y es probable que muchos no hayan conocido el amor.
Hoy puede ser el día en que te cruces conmigo; pero no tiene que ser solo en persona, sino en esencia.
Me gustaría una cita en algún sueño; te esperaría junto a todo lo que amás; tendría un control para abrir todas las puertas que la vida te ha cerrado.
Cumpliría tus propios sueños, ya que al hacerlo, se hacen realidad los míos.
El amor se siente y se respira; el amor sos vos y te escribo a vos.
Hoy, es un día para amar con el corazón.
Que la distancia no impida este acercamiento.
Que la frialdad se apague con el calor de la pasión.
Que al cerrar los ojos, puedas mirarme de verdad.
Y siempre estaré del lado del corazón; ese es mi lugar!
MARIANO SANTORO
En cada latido comprobamos que lo que hacemos, sale realmente del corazón y todo lo que sucede, son pruebas para fortalecer ese corazón herido.
Todos hemos pasado por momentos fuertes y hasta hemos tropezado, pero nunca dejamos de latir; nunca dejamos de sentir lo que amamos y lo que queremos para nuestra vida.
Las lágrimas que hemos dejado caer; no fueron porqué sí.
Todo tiene un motivo, todo tiene un plan maestro.
Hay veces en que descreemos que lo que nos pasa es por algo especial.
Ser fuertes, creer y ser uno mismo es la clave.
Nada es fácil, pero mucho menos si no lo intentamos.
Acaso el amor no es dar todo?
Amemos y permitámonos sentir.
Y llegará un día en que un beso nos expresará lo que hasta hoy no sentimos y esa persona comenzará a ver nuestro corazón, pero del lado interno; el que más protegemos.
Entre lo que deseamos, es que del otro lado, nos puedan conocer en su plenitud; que sepan quiénes somos y cuáles son nuestros secretos.
En cada nuevo pensamiento, en cada abrazo que recibimos nos dan más ganas de dar y de compartir.
Es el momento de volver a soñar y de creer.
Si alguna vez pensás en mí, es probable que esté dando vueltas en tu mente.
Si alguna vez no me encontrás, estoy del lado del corazón.
Mi lugar ha sido siempre el amor; he ido y venido y caminado una gran cantidad de calles.
El empedrado me ha enseñado a mantener la firmeza.
Los edificios me han mostrado que la gente trata de cubrirse lo máximo que pueda.
Y es probable que muchos no hayan conocido el amor.
Hoy puede ser el día en que te cruces conmigo; pero no tiene que ser solo en persona, sino en esencia.
Me gustaría una cita en algún sueño; te esperaría junto a todo lo que amás; tendría un control para abrir todas las puertas que la vida te ha cerrado.
Cumpliría tus propios sueños, ya que al hacerlo, se hacen realidad los míos.
El amor se siente y se respira; el amor sos vos y te escribo a vos.
Hoy, es un día para amar con el corazón.
Que la distancia no impida este acercamiento.
Que la frialdad se apague con el calor de la pasión.
Que al cerrar los ojos, puedas mirarme de verdad.
Y siempre estaré del lado del corazón; ese es mi lugar!
MARIANO SANTORO
domingo, 1 de enero de 2012
El sol que me ilumina
Una nueva luz está amaneciendo.
Nuevos deseos están saliendo a la luz.
La luz me permite ver mucho más lo que estaba a mí alrededor.
Sé lo que quiero para mi vida y lo que no.
Ya he empezado a descartar lo innecesario.
Ese exceso de equipaje, molestaba para seguir mi camino.
Este camino que cada día me gusta más; el que disfruto caminar y en el que me sorprendo a cada paso.
Dar pasos, dar; porque al ayudar me ayudo.
Al ofrecer, me exijo para seguir dando más de mí y ver mis frutos.
Ya aprendí a correr las piedras que me impedían seguir.
Seguiré aprendiendo a medida que siga hacia adelante.
El sol que me ilumina me sigue aclarando lo que me negaba a ver.
Este hermoso sol, me muestra de qué soy capaz cuando quiero algo con el corazón.
Esta brillante luz, me da fuerzas para seguir y soportar lo que sea; ya que tengo una misión por delante.
Son muchos los caminos que uno quisera recorrer y por medio de la fe y siendo sincero con uno mismo, se logran.
Cada puerta, una nueva oportunidad.
Cada proyecto, el deseo de verlo realizado.
En este enorme camino donde el amor es la clave; el amor verdadero es quien hace milagros.
El hecho de que se hagan realidad los sueños es porque ha llegado el tiempo tan esperado.
Puedo recordar todo el trayecto que hice, por todo lo que pasé, por todo lo que experimenté, por todo lo que aprendí.
En el gran colegio de la vida, fui un alumno que se llevó materias, he repetido algunas; pero ya no quiero más.
Seguiré mi instinto, seguiré lo que me diga el corazón.
Hoy, me siento alegre con un dejo de tristeza por algunas personas que han sido parte de mi vida y no están cerca para agradecerles; pero tengo la maravillosa sensación que ellas saben que estarán siempre en mí.
Hoy veo este increíble sol que me ilumina y me da el calor necesario para sentirme querido de manera natural.
El otro calor, el humano, lo recibiré cuando Dios quiera.
No hay expectativas; solo hay deseos y de los mejores.
Hay nuevos sueños y metas.
Hay amor puro para dar.
Hay mucho por delante y en este gran camino que empecé, me cruzaré con nuevos destinos.
Y en este camino, seguiré abriendo alternativas para ayudar a quien lo necesite.
Todos los que valoren y sepan que realmente quieren ser felices, se encontrarán con lo mejor de mí, dispuesto para estar dando mi mano y mi tiempo!
MARIANO SANTORO
Nuevos deseos están saliendo a la luz.
La luz me permite ver mucho más lo que estaba a mí alrededor.
Sé lo que quiero para mi vida y lo que no.
Ya he empezado a descartar lo innecesario.
Ese exceso de equipaje, molestaba para seguir mi camino.
Este camino que cada día me gusta más; el que disfruto caminar y en el que me sorprendo a cada paso.
Dar pasos, dar; porque al ayudar me ayudo.
Al ofrecer, me exijo para seguir dando más de mí y ver mis frutos.
Ya aprendí a correr las piedras que me impedían seguir.
Seguiré aprendiendo a medida que siga hacia adelante.
El sol que me ilumina me sigue aclarando lo que me negaba a ver.
Este hermoso sol, me muestra de qué soy capaz cuando quiero algo con el corazón.
Esta brillante luz, me da fuerzas para seguir y soportar lo que sea; ya que tengo una misión por delante.
Son muchos los caminos que uno quisera recorrer y por medio de la fe y siendo sincero con uno mismo, se logran.
Cada puerta, una nueva oportunidad.
Cada proyecto, el deseo de verlo realizado.
En este enorme camino donde el amor es la clave; el amor verdadero es quien hace milagros.
El hecho de que se hagan realidad los sueños es porque ha llegado el tiempo tan esperado.
Puedo recordar todo el trayecto que hice, por todo lo que pasé, por todo lo que experimenté, por todo lo que aprendí.
En el gran colegio de la vida, fui un alumno que se llevó materias, he repetido algunas; pero ya no quiero más.
Seguiré mi instinto, seguiré lo que me diga el corazón.
Hoy, me siento alegre con un dejo de tristeza por algunas personas que han sido parte de mi vida y no están cerca para agradecerles; pero tengo la maravillosa sensación que ellas saben que estarán siempre en mí.
Hoy veo este increíble sol que me ilumina y me da el calor necesario para sentirme querido de manera natural.
El otro calor, el humano, lo recibiré cuando Dios quiera.
No hay expectativas; solo hay deseos y de los mejores.
Hay nuevos sueños y metas.
Hay amor puro para dar.
Hay mucho por delante y en este gran camino que empecé, me cruzaré con nuevos destinos.
Y en este camino, seguiré abriendo alternativas para ayudar a quien lo necesite.
Todos los que valoren y sepan que realmente quieren ser felices, se encontrarán con lo mejor de mí, dispuesto para estar dando mi mano y mi tiempo!
MARIANO SANTORO
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