domingo, 8 de julio de 2012

Un día, una vida

Un día común es lo que habitualmente uno vive.
Podemos tener altibajos, diferentes situaciones y momentos vividos.
Pero hay mucho más que eso.
Ese gran misterio de sorprenderse a cada instante, del no saber y querer más de eso que nos lleva a lugares no físicos, sino que hasta nuestra mente se permite volar y sueña despierta.
Un mundo de tranquilidad, de paz y de amor verdadero.
Un lugar donde el día esté lleno de satisfacciones y gratitud.
De alimentarnos y de sentir que estamos unidos por algo mágico.
Porque la magia es posible.
Porque la vida se puede vivir de otra manera.
Porque un día elegido con amor puede ser algo único.
Siempre tenemos alternativas para algo que nos está pasando.
La ceguera pasajera no nos permite disfrutar.
Y por delante, tenemos una vida especial.
Colores y sensaciones.
Amores y emociones.
Tenemos tanto por vivir que vamos a querer cada día que tengamos más vida para vivirla.
Porque con amor, se siente diferente.
Porque si nos dejamos guiar y dejamos atrás la pesadez de un pasado que no sirve ni como anécdota, todo puede ser beneficioso si estás dispuesto a caminar.
No te quedes quieta, caminá, da pasos hacia una vida de plenitud.
Maravillate a cada segundo.
Cuando uno disfruta lo que hace, la relajación llega sola.
Y en ese momento, es cuando muchas cosas malas se alejan de nosotros y estamos más flojos, más libres para recibir amor.
Libres para expresar lo que sentimos.
Libres para creer que podemos ser muy felices.
Ya no importa lo que digan, ya no hace falta nada más que el hecho de querer un bienestar personal.
Hay un camino, hay una vida.
Hay fe para creer en que hay un antes y después.
Hay ganas y deseos; hay personas que quieren hacer el mismo camino.
Ya no queremos tener tristezas y angustias, porque nos sentimos vacíos.
Y esos vacíos debemos llenarlos con amor.
Llenarlos con ilusiones sabiendo que podemos cumplir; con amistades, sabiendo que estarán; con buena energía, para embellecer nuestra alma.
La única decisión es nuestra y debemos estar seguro de tomarla; cero dudas, cero problemas; solo paz y salud mental.
Porque un día puede ser el comienzo de una vida.
Un día puede ser hoy.
Y hoy, estás en el pensamiento de alguien que te quiere y lo seguirá haciendo.
Porque sabés que una vida compartida, es una vida verdadera.
Vivir es sentir.
Y se siente en lo más profundo del corazón.
Mi vida, es un día en tu vida.
MARIANO SANTORO