martes, 7 de marzo de 2017

Aventura

El acontecimiento más especial que podremos realizar en nuestra vida, es animarnos a la verdadera aventura de vivir.
Un evento que puede programarse, pero lo ideal es que surja naturalmente.
Y no se trata de casualidad, sino de que llega una instancia en nuestra vida que el cuerpo nos pide viajar.
Descreer que no correremos riesgos, es mentirnos, pero nadie nos pide correr, así que todo saldrá positivamente.
El azar hará lo suyo, pero la fe y la voluntad, saldrá de nosotros.
Y en caso que exista algún peligro, sólo se trata del que no nos animamos a enfrentar.
No debe haber miedos, porque cuando algo surge desde los deseos más profundos, salimos de esa misma profundidad con la esperanza de crecer.
Y nace o renace un cariño único que nos hace amar lo que vamos a realizar.
Un amorío que puede ser eterno, porque las aventuras siempre se renuevan.
Un inocente coqueteo que motiva y le da gusto a nuestras decisiones.
Una complicidad que marca nuevos rumbos sin destinos fijos.
Cada lugar tiene algo para enseñarnos si estamos dispuestos a la apertura mental y a la aventura del ser.
Como un mensaje que queremos poner dentro de una botella.
Como esos deseos se transforman en un barco dentro de la misma botella.
Un espacio que guarda y protege lo que nos llevará al lugar soñado.
Una botella que simboliza mucho más de lo que aparenta.
La gran aventura es salir de los prejuicios, liberados del ego y del orgullo.
Expandir todas las ventanas del alma para darle la bienvenida al amor.
Aventura es comenzar algo que no tiene final, porque siempre encontraremos algo nuevo por hacer.
MARIANO SANTORO