viernes, 19 de mayo de 2017

Que el destino sorprenda

El destino siempre ha estado en mi mente y en mis decisiones. 
Me he encontrado en situaciones en las que aparentemente me sentía perdido, pero aquélla búsqueda interior ha tenido sus frutos.
El mapa de mis emociones se conectó con mi corazón para guiarme.
Alguna vez, allá lejos en el tiempo, había perdido la capacidad de sorprenderme, pero la fortaleza que vive en mi ser, me permitió recuperar cada ilusión, cada belleza, cada sorpresa.
He viajado tanto con mis pensamientos que bien podría ser dueño de una agencia emocional.
Lugares en los que he estado y mis estados anímicos se potenciaron.
Sitios llenos de secretos en los que mi misión siempre fue develarlos.
Un pasaporte repleto de sellos de amor.
Destinos vecinos ya conocidos y aún con sus sorpresas.
Compartir tiempo y experiencias y acrecentar el vínculo conmigo mismo.
Amigarnos con aquéllos sueños proyectados en papel y decretados por mi voz.
La misma voz que supo callar sentimientos porque el dolor ya no entraba en las opciones.
Un azar de deseos, sentidos con el corazón.
Heridas sanadas se aferran a mi amor por la vida.
Viendo vidas de personas allegadas, viviendo mi vida siendo espectador y creando la dirección de mi ser como protagonista.
He aprendido tanto, que aún mantengo las ganas de enseñar y seguir aprendiendo.
Un fiel alumno de mis próximos destinos.
Y la luz que me ilumina crece con el amor que siento por los que me dieron vida.
Tenerlos, llevarlos y protegerlos en mi alma, es tener el banco central de mis emociones en su más divina expresión.
MARIANO SANTORO