domingo, 7 de mayo de 2017

Ventanalma

Bajo mis párpados y me conecto con mi más profunda intimidad.
Y comienzan a aparecer los deseos más genuinos.
Visualizo un gran ventanal.
El mismo que me permite ver mucho más de lo que podría imaginar.
Se abre un mundo fascinante en el que quiero ser parte y luego, compartir.
Y la mente se expande como plumas de un bello pavo real.
Un abanico de oportunidades por descubrir y a la vez, descubrirme más a mí mismo.
Llegar a la esencia verdadera en la que mis ojos, pueden observar el real sentido de la vida.
Un ventanal de luz que deja espacio entre muros que han sido acumulados con el tiempo.
Quebrando historias sin terminar y dando esperanza a los nuevos sueños en lista de espera.
Y el mar aparece entre tanta belleza y me baña en su poderosa energía.
Una limpieza que llega hasta el alma.
Y es el mismo ventanal que se une al alma en una divina conexión.
La misma me deja volar por los mayores secretos y caminos vírgenes hasta en su desnudez de anécdotas.
Y fluyo, tal como lo hace la buena energía, recorriendo cada paso y deteniéndome en los detalles.
Sueño despierto y mi realidad se convierte en la mejor historia que se pueda contar.
Las hojas en blanco van tomando el color de la sabiduría.
Mientras la experiencia acompaña y abraza con pasión los instantes para unirlos y lograr una eternidad.
Y ya no hay habitación que me cubra, ni tape mi cuerpo, porque me fusioné con la vida y puedo ver desde el corazón, lo que tengo como horizonte.
MARIANO SANTORO