Amar es posible.
La afirmación se hace presente en nuestra mente y es el cuerpo quien la siente.
Nos conectamos con los deseos más profundos para informarle que ya pueden salir a la luz.
Todo el ser vibra y percibe que todo el conocimiento acumulado, hoy puede ser mostrado.
Animarnos es la clave, porque todo indica que sabiendo mover las piezas del corazón, será él mismo quien le de sentido a los latidos.
Amar es posible y la persona que está frente a nosotros, lo confirma.
Lo que emanamos es una sensación de bienestar y que somos una agradable compañía.
La soledad ha sido una buena maestra y nos permitió autoconocer todo lo que éramos capaz de dar.
Y hoy brindamos porque la experiencia, tiene la nueva tarea de escribir una nueva historia.
Muchas han sido las personas que nos observaban distinto, de manera cambiada, mejor.
Y ese crecimiento tardó el tiempo necesario para madurar y amarnos lo suficiente.
Hemos fortalecido la autoestima que hoy, aceptamos que la compañía, valore lo que hemos estudiado y aprobado.
Y en la misma escuela del amor, nos encontramos con la próxima materia.
Amar es posible, porque lo creemos y estamos dispuestos a afrontar el desafío.
Los besos llegan para sellar instantes que se transforman en bellos recuerdos.
Las caricias, alegran al cuerpo a través de los mimos que tantas veces rechazamos.
La sensibilidad está en el punto ideal para fluir.
Hoy nos toca ser protagonistas en el que el amor dirige y nuestra fe es la quien produce la energía positiva para darse a conocer.
Hoy nos presentamos, con pensamientos limpios, porque lo infinito, está escrito en toda nuestra historia.
MARIANO SANTORO