El acontecimiento, puede tratarse de cualquier situación y lo principal, es saber que vas a estar ahí.
Todo comienza con las ganas de verte, de generar positivas emociones.
El hecho de un nuevo encuentro, simplemente me hace bien.
Y aunque han sido pocas esas veces, la energía ha sido enorme.
Todo surgió muy natural.
Abrí mis puertas de confianza y entraste y tu apertura fue superadora y motivadora.
Fui testigo de tus peleas en el ring de la vida y has sabido sortear cada obstáculo.
Recuerdo las palabras y los momentos en que estuve espiritualmente.
Y bien sabés que siempre estaré.
Llamalo amistad; quizás yo me permita llamarlo amor.
Me gusta estar con vos, porque es cuando mejor me encuentro.
Me siento libre y desnudo, porque tu presencia es mi vestidura.
Y todo lo que recibo, potencia mis ganas de seguir dándote lo mejor.
Crezco como hombre, porque estoy al lado de una tremenda mujer.
Y me gusta observarte, porque mis ojos se entretienen y juegan sus propias escondidas.
A veces, me permito soñarte e imaginarte a mi lado, en mi cama, en mi ser.
Mi corazón, ya te ha hecho un lugar y sé que te vas a sentir cómoda en él, en mí.
Sueño despierto y mi niño interior abre las ventanas del alma para ver hacia el horizonte.
No sé con qué título, con qué nombre, pero quisiera saber que sos parte de mi vida y te agradezco.
MARIANO SANTORO