Un día corriste por tu liberación y entraste en un bosque gigante de confusión.
Te perdiste varias veces queriendo encontrarte.
Y aún así, siempre has seguido viajando.
Tropezaste con ramas que esperaban tu caída.
Miraste hacia ambos lados y sólo veías soledad.
Cambiabas tu vestuario y cada vez, se notaba más tu desnudez.
Las lágrimas, han servido para tu limpieza externa.
Y el mar interior inundaba de inseguridades.
Ha llegado el momento de hacer una pausa mental.
Detenerte y reflexionar.
Anidar tus sueños y que la fe, haga su trabajo.
Crecer por dentro y llegar a la profundidad.
Bucear hasta perder todos los miedos.
Que todo dolor se transforme en amor.
Que la oscuridad se desvanezca y te brindes una nueva oportunidad.
Que la luz de tu esencia, ilumine el camino por vivir.
Que te abraces con fuerza a todo lo que alguna vez te hizo bien.
Sanar para evolucionar.
Animate a anidar y dale un hogar a tu niña interior.
MARIANO SANTORO