Tu espejo es el reflejo de tu ser.
Y sólo podrás ver, cuando descubras todo aquello que fuiste acumulando y tapó espacios esenciales.
Has atravesado diferentes tormentas emocionales y tu cielo personal, se llenó de nubes.
Todo el vidrio de tus ojos se empañó y empeñaste mucho más que sentimientos.
Pero supiste tener la suficiente voluntad para juntar fuerza.
Luego de haber buceado por tu cuerpo sin límite de tiempo, encontraste las maravillas que fabricaste.
Lograste una nueva mirada sobre todo lo que te rodea y principalmente, de vos misma.
Observarse interiormente es una tarea que puede resultar interesante.
Hay que estar preparada para encontrar partes y parches que en algún momento tuviste que improvisar para cubrir dolores.
Y ahí comenzaron a presentarse los colores que hoy son fundamental para que puedas brillar.
Te amigaste con las oscuridades que crecieron a tu lado.
Te desenchufaste de gente que en varias oportunidades se pusieron de costado.
Conectaste con tu divinidad y sentiste la evolución personal.
El viaje, que como único pasaporte, necesita que tu corazón esté limpio y con ganas de sorprenderse.
Ya empezaron a encenderse las luces de tu alma.
Tus pensamientos ya están en calma y el mar de amor, está listo para que te bañes en él.
Tu otro yo será maestro y alumno y vos tenés sed de aprender.
Llegó la hora de crecer y de dejarte acariciar por las estrellas.
Mirate con todas las ganas y sentite orgullosa de lo que ves.
MARIANO SANTORO