Sentite orgullosa; tus historias te siguen teniendo como protagonista absoluta.
Algunos capítulos fueron escritos desde el dolor, pero supiste transformarlos en amor.
Hubo hojas que las arrancaste con bronca, pero canalizaste muy bien tus emociones.
En tu hogar, hiciste espacio para acomodar cada libro de tu vida.
Han sido varios, porque te animaste a vivir en plenitud.
La duración ha variado, pero tu intensidad siempre fue la misma.
Tu rol, tu actuación y tu entrega, salió desde lo más profundo de tu ser.
Y obvio, existieron personajes que no estuvieron a tu altura.
El amor verdadero no es para quien está disfrazado de mentiras.
La dureza de cada tapa, también es distinta, porque el corazón supo ponerse duro cuando lo ameritaba.
Las paredes se fueron llenando de historias.
Alguna en particular, tuvo una linda dedicatoria.
El papel principal, es el que te motiva y a la vez, te transforma.
Tu cuerpo no tiene tatuajes, pero está llenos de palabras deliciosas.
Escribir desde la pasión, cuando el encuentro dice: Luz, cámara y acción.
Y ahí estás vos, bien al frente, siendo consciente de lo que está por llegar.
Quizás no necesites un nuevo estante, pero si las ganas y la fortaleza de comenzar algo interesante.
Todo es experiencia y alejada de los miedos, la satisfacción de renovar tu alegría.
Sos una librería andante y cada una de tus historias, siempre serán importantes.
MARIANO SANTORO
