Desde la voluntad del ánimo, uno se predispone a accionar.
Camina y descubre cada lugar y espacio en donde se permite jugar.
Investigar desde la humildad.
Aprender para conocer y extender lo que uno ya sabe.
Tantas relaciones ficcionadas que uno ya desconoce quién escribió el guion.
Personajes que se cruzan sin saber lo que es verdad.
Y el contexto quizás se preste a todo ese mundo de fantasía.
El entorno se hace más pequeño cuando queremos certezas.
Y en lo más profundo del ser, anhelamos que en el escenario de la vida, sólo haya 2 actores.
Protagonistas de sueños eternos.
Y darle valor a lo real, es un interesante desafío.
Materiales sobran y caricias que faltan.
Debemos ser realista con lo que observa el corazón.
Ser auténticos cuando hablamos de amor.
Y lo efectivo, no se trata de dinero, sino de hacer lo correcto.
Grandiosas sorpresas que nos hacen parecer niños.
Y abrir puertas que parezcan ilusiones.
Correr las cortinas para que entre la luz de esperanza.
Y pasar del lado verdadero y dar lo mejor de nosotros.
MARIANO SANTORO
