viernes, 16 de diciembre de 2022

Alada

 

Sabés muy bien que durante un tiempo, estuviste atada.

Entraste a una jaula en la que hiciste lo posible para adaptarte, pero esa no eras vos.

Viste tantos barrotes que hasta quisiste amigarte con ellos.

Y la dureza de la situación, han logrado que tu parte más sensible, se fortalezca.

Rompiste todo encierro y prejuicios.

Quebraste tantas vivencias que hasta se partieron algunas partes de tu ser.

Tomaste distancia de todo, incluyendo personas. 

Necesitabas redescubrirte hasta encontrarte.

Y con pequeños gestos de la vida, tu autoestima se elevó.

Y tu mirada volvió a mirar hacia el cielo divino.

Y escuchaste cada palabra.

Sonreíste con ganas, porque tu cuerpo sintió que esta vez, empezaba algo nuevo.

Una verdadera transformación.

Los pétalos se abrieron y saliste desde su interior.

Respiraste libertad.

El aire te estaba renovando y entró en vos.

Sentiste que den tu espalda, no había peso, sino que surgieron hasta expandirse, unas bellas alas.

Todo era alegría, todo era el nacer de una nueva persona.

Superando el pasado, volaste hacia tus sueños.

MARIANO SANTORO