Qué orgullo que te llamen animal.
En ellos, no existe maldad y jamás te harían daño.
Porque aprendieron que más allá de cualquier inconveniente, el cariño siempre es prioridad.
Y las miradas se cruzan y tienen ese lenguaje tan especial en su manera de comunicarse.
Hasta suelen reírse y a mí, como humano, me dice que estoy loco.
Sí, he visto reír a perros.
Y por más que salgan a correr todo el día, tendrán amor para darte al regresar.
Harán que duermen a tu lado, ya que en realidad te protegen.
No hace falta que se lo pidas, su inmenso amor es natural.
Animal, bella palabra que incluye una gran cantidad de sentimientos.
Desde su humildad, tan sólo piden un hogar.
Y aunque haya poca comida, ellos sabrán compartir.
Verlos crecer en cada amanecer.
Despertar y saber que un día con ellos, es alimentar el alma.
Niños eternos, llenos de pelos y alegría.
Y si llegan a tirar o romper algo, te piden perdón con sus ojos empañados.
Es demasiado fácil amarlos, cuando uno se eleva a su nivel.
Tienen muchísimo para enseñarnos.
Ojalá alguna vez nos transformemos en animales.
💜
#MarianoSantoro 羊
