domingo, 1 de marzo de 2015

Aguamar

Aguamar, comienzo de energía.
Aguamar, principio de un todo.
Llega para refrescarnos, para darnos un baño de belleza natural.
Agua que abraza, que se adhiere a nuestro cuerpo y deleita a la piel.
Mar que es música y nos armoniza.
Veo, miro, observo y percibo; porque siento que en mí, hay una renovación.
Creo, siento, encuentro y celebro, que el aguamar regresa a su fuente, que es mi corazón.
Entre esas idas y vueltas de la vida; viajes con destinos pasajeros, lugares que me conocen y yo, trato de descubrirlos.
El maravilloso poder del agua, que sin tamaño, tiene una inmensidad que asombra.
Agua que muta, se une y transforma; que hace ríos y despeja caminos.
Agua que aleja lo gastado, la suciedad acumulada que ya ha tenido su momento y que ya, no nos sirve.
Agua que descarta la misma carta del azar, desde su misma constancia de fluir y dejar salir todo lo positivo que tiene en su interior.
Un espacio que no se ve, sino que es una unidad.
Mar que es Marzo; es Mujer y es Música.
Mar que en toda su plenitud, es sabiduría; es deslumbramiento y sorpresa.
Agua calma, que es paciencia; tranquilidad y serenidad; es paz interior.
Aguamar es mezcla que une, crece y se fortalece.
Agua que nutre y es alimento del alma, que nos permite desnudar y dejar que ella se apodere de nuestras emociones y las haga positivas.
Agua que es presente, regalo de vida; que es signo y lenguaje; es sed de satisfacción y sumado al Mar, es Amor.
MARIANO SANTORO