miércoles, 28 de diciembre de 2011

Una fecha especial

Una fecha especial me trae recuerdos y hoy, volvés a mí.
Fue hace tanto tiempo que parece haber sido en otra vida y si lo pienso más, es en realidad así.
Yo no era el mismo.
He cambiado, he modificado mucho.
He aprendido y me he golpeado mucho.
Ya los dolores son parte de mi ser, pero sigo creyendo.
Sé que estás y que sos feliz, porque lo siento.
Hoy puede ser un día normal, pero esa noche no lo fue.
Hoy, es una palabra inmensa, ya que pertenece al presente inmediato.
Pero qué hubiese sido de mí, sin ese pasado que me enseñó a sentir?
Hoy, aprendí a valorar, a creer que siempre hay más.
Hoy, aprendí que ganar es mucho más que tener siempre la verdad.
Hoy, la ausencia no se trata de estar solo.
Hoy, la parte física, hace extrañar, pero mucho más si nunca fuiste mía.
Soy parte de mi invento.
Sos parte de lo que yo me hice a mí mismo.
Hoy sos un recuerdo porque puedo pensarte y traerte a la realidad.
Aunque lo nuestro fue pura ficción.
Hoy sé que es difícil pertenecer.
Hoy, solo conozco al amor y soy amigo; pero nunca pude ser su amante!
Hubo un antes y un después, pero jamás existió un durante.
Por eso hoy, a la esta distancia que ya es mayor de edad; sé que siempre estarás.
Porque siempre disfrutaré de un bello cielo.
Siempre disfrutaré del amor que no pude darte y fue reservado para la mujer que aún se esconde.
Hoy, me siento satisfecho, aunque no te tenga; porque no se trata de posesión, sino de saber que todo lo que me diste, sin darme nada; ha hecho de mí un buen hombre.
Hoy es una fecha especial, ya que un día como hoy te conocí y me conocí a mí mismo!
MARIANO SANTORO

domingo, 25 de diciembre de 2011

Nacer de nuevo

Amar.
Nacer.
Amanecer.
Despertar y maravillarse.
Sentir placer a través de la mirada y que los sentidos vayan creciendo y emanando de nuestro ser.
Comprobar que lo que estamos viendo y viviendo es extremadamente hermoso.
Que ese sol que comienza a darnos calor, nos ilumina y lo seguirá haciendo.
Nuestra compañía, siempre debe ser la mejor para compartir y que el silencio de las miradas digan mucho más que cualquier palabra jamás pronunciada.
Cantidad de sensaciones.
Calidad de emociones.
Un nuevo día nace y nacemos con nuevas oportunidades.
Creer que todo vuelve a empezar, sin pasados, sin rencores.
Lo olvidable, ya quedó ni siquiera sé en dónde.
Lo recordable, es todo este presente.
Vivir cada segundo, vivir la paz y la felicidad.
Vivir en el mundo que creamos y que lo hicimos propio.
Elevemos la mirada y nuestro corazón.
Elevemos el alma y nuestro ser.
Cerremos los ojos y miremos nuestro interior.
Encontraremos ese calor que nos da el amor puro.
Sentiremos una relajación, ya que estamos tranquilos por saber quién somos en realidad.
Y la realidad que alguna vez fue soñada y mediante la fe, hoy está a nuestro alcance.
Amor. Bondad. Creer. Dios. Esperanza. Fe. Gratitud. Honestidad. Inteligencia. Juventud.
Lealtad. Mirar. Nacer. Olvidar. Perdonar. Reconocer. Superar. Ternura. Valorar.
La imaginación es el movil que nos transporta a donde queremos.
Podemos volar, sin sacar los pies de la tierra.
Podemos vernos en un tiempo por venir y ya nos alegramos a cuenta.
Podemos encontrarnos con todos los seres que nos han marcado; que nos guiaron y han sido una parte muy importante de nuestra vida.
Podemos porque creemos.
Todo es posible si lo creamos en nuestro ser.
Llegará un momento en que todo lo que creíamos ficción e incomprensible, puede ser real.
Hoy, me doy la bienvenida al haber nacido de nuevo.
Un año de crecimiento personal y espiritual.
Un año de sorpresas y experiencias.
Un año para ayudar y saber que quiero seguir ayudando.
Un año donde Dios estuvo conmigo y me mostró un hermoso camino.
Hoy, estoy naciendo y el nacer es un acto de amor.
Hoy soy un niño que sabe que el amor existe porque por eso estoy vivo.
MARIANO SANTORO

jueves, 22 de diciembre de 2011

El mensaje que dejamos

El mensaje que dejamos no son las palabras que muchas veces pronunciamos, ya que nuestros estados anímicos se alteran y no siempre estamos igual.
Muchas veces nos dejamos llevar por los impulsos y salen palabras y hasta incluso gestos que no nos caracterizan y nos sorprenden.
Esa magia tan rara que es lo que nos transforma en quien no somos.
Situaciones que nos perjudican y antes de quedarnos callados, hablamos y decimos palabras que nos hacen arrepentir; pero no siempre por hacer daño, sino por defendernos.
Siempre aparece alguien que nos envidia o que nos perjudica y eso no nos pertenece, solo es un acto reflejo para no dejarnos usar.
Alrededor de cada uno hay gente que no nos es útil, que solo están para molestar y no es cuestión de ir pidiendo perdón o disculpas cuando lo único que hicimos fue ser nosotros mismos, sin máscaras, sin personajes; solo somos lo que somos aunque a muchos no les guste.
Tener amistades de relleno, no llenan y no ocupan un lugar, sino que molestan en ese lugar ya que puede haber personas que realmente nos valoren y sepan quién somos.
La adultez no pasa por la edad que tenemos sino por los actos y el modo de desenvolvernos en la vida.
Todos los días tenemos mensajes de la vida.
El destino nos habla en silencio y debemos hacer lo posible para comprender lo que nos dice.
Cuando estamos con alguien, los mensajes los recibimos a través del cuerpo; la sola presencia de tener a alguien delante y sentirnos cómodos, hace que nuestro cuerpo se exprese.
Todo lo que dice nuestro corazón cuando extrañamos a alguien; lo que decimos sin hablar y tan solo abrazando a un amigo; lo que dice el mirarnos a los ojos luego de una pelea sin sentido y al vernos, nos sonreímos y nos damos cuenta que nos estábamos perdiendo la gran oportunidad de ser amigos y dejar lo malo atrás.
No es necesario vivir con rencores, simplemente se sacan.
Si hubo discusiones, se enfrentan para darles soluciones; no para seguir sumando problemas.
Cuando nos encontremos en situaciones que nos pueden hacer mal, es necesario tener paciencia y no es fácil obtenerla.
Pero si durante un minuto pensamos en todo lo negativo que nos podría dejar, no haríamos lo que hacemos sin esta tranquilidad que trae la paciencia.
Ese estado de reflexión en el que si queremos progresar, todo lo que digamos o nos digan, nos hace involucionar; nos empuja hacia atraás, nos tira para atrás y tomar fuerza y arrancar otra vez, nos costará el doble.
Todo se logra con un buen diálogo; pero tiene que haber 2 lados, 2 partes, 2 personas y es inmenso lo que se puede conseguir; pero sin negociar, sin hacer canjes.
No somos un objeto que recibe golpes y nos quedamos callados; pero si es lo que recibimos, está muy bien defender nuestros principios.
Miremos hacia adelante teniendo en cuenta lo que hicimos en nuestro pasado, eso es experiencia, eso se llama vida.
Ojalá dejemos un hermoso mensaje, aunque del otro lado les cueste entenderlo, pero la vida, se encarga de hacer y hacernos reconocer por todo lo que damos y hacemos por el prójimo.
MARIANO SANTORO

lunes, 19 de diciembre de 2011

Dejate sorprender

Alguna vez y en algún lugar, comenzaste a mirar todo lo que te rodeaba.
Veías cosas increíbles que te hacían feliz.
Fuiste creciendo y observabas cada día más.
Comenzaste a experimentar muchas sensaciones y se sumaron las emociones.
Conociste lo que era el querer y sentirte querida.
Te enteraste que existía el amor y que a la vez, se podía ser feliz.
Empezaste a buscar por todos los sitios posibles y no fue una tarea fácil.
Viviste y alguna que otra vez, sufriste; pero tu mirada seguía mirando hacia adelante.
En tu ser interior, siempre sentiste que había algo más.
Hubo momentos en los que el afuera te hizo daño y no lo podías creer.
Sí, afuera de nuestro ser suceden muchas cosas, pero nuestras ganas genuinas de crecer como personas y en todos los niveles, te dieron la inteligencia de aislarte.
Tu camino ya estaba bien visible y sabías muy bien con quién querías caminarlo.
Y como la vida tiene muchos misterios, te cubriste con un velo para no ver lo que te lastimaba.
Tu esencia y tus ideales, seguían firmes; aunque los demás querían verte tambalear.
No les diste el gusto y en vez de caer, te fortaleciste.
Transformaste lo negativo en positivo y en energía sana.
Solo veías lo que tu corazón quería ver.
Te encontraste con la pureza de la naturaleza.
Le diste más importancia a los valores con los que te críaste y los pusiste en un lugar seguro.
Un día te enteraste que los árboles, las plantas y las flores, nacían de una semilla.
Esa misma semilla la hiciste propia y en tí, fue creciendo un ser único con deseos inmensos de crecer y superarte.
La bondad ya estaba brotando de tí.
Sembraste en vos y los que te rodeaban cosechaban momentos increíbles.
Dios siempre estuvo a tu lado y cuando lo supiste, te alegraste y te sentiste protegida; ya nadie más te haría mal; tenías la seguridad de que todo lo que hacías, era porque alguien te guiaba a hacerlo.
Invertiste en vos y saliste ganando; porque te ves bien; porque tenés proyectos, planes y muchos deseos de lograr la eterna felicidad.
Y lo vas a lograr, por tu perseverancia.
Porque sos amor y das amor.
Porque sos una bella persona y la vida te premia.
Por esto y por mucho más, dejate sorprender.
Tenés un inmenso universo delante de tus ojos.
Sacate ese velo y disfrutá.
Yo te voy a acompañar en ese camino.
MARIANO SANTORO

lunes, 12 de diciembre de 2011

Mi corazón te habla

Hola:
Quizás mis palabras digan muchas cosas y todas a la vez te confundan.
Quizás mi aceleración no sea la velocidad en la cual estás acostumbrada.
Quizás mis actos sean los de una persona que quiere superarse cada día más a nivel humano.
Quizás ya se hayan perdido algunas costumbres.
Pero quiero que escuches a mi corazón.
Quizás tanto dolor te ha alejado de lo bueno.
Quizás ya ni siquiera recuerdes que existe lo positivo y que se puede estar mejor.
Quizás los ruidos cotidianos hayan tapado hasta tus propios latidos.
Quizás alguna vez y en algún momento, pienses en mí.
Y ese día quiero que escuches a mi corazón.
Quizás vivir, se trate mucho más que pasar los días.
Quizás sentir sea mucho más que un instante.
Quizás en el núcleo de lo que más duela, haya algo que te haga saber que es lo que más vas a querer.
Quizás en la más extrema dureza, encuentres tu propia fragilidad.
Por esto y por mucho más, quisiera que escuches a mi corazón.
Quizás pasen los meses y ni siquiera creas que siempre te van a querer.
Quizás quieras creer y la mentira es la única que te va a engañar.
Quizás te limites a pensar y no te permitas latir.
Quizás tu distancia sea la que más me acerca.
Mi corazón te habla y quisiera que lo escuches.
Quizás en algún momento, cuando la soledad se presente en tu puerta, pienses en mí.
Quizás estando acompañada y rodeada de muchas personas, pienses en mí.
Quizás en el más absoluto silencio, escuches tu voz interior.
Quizás te diga que hubo un antes y un después, luego de conocerte.
Ese es mi corazón que te está hablando.
Quizás estés agotada de tanto caminar sobre piedras, pero la relajación está cerca.
Quizás pasaste por varias guerras internas para poder encontrar tu paz mental.
Quizás creíste que serías una más en la vida de algunas personas; incluyéndome a mí.
Quizás todo pase por un plan maestro para valorar mucho más lo que tenemos y lo que nos falta.
Mi corazón te habla y quiere decirte que sos una persona maravillosa.
Y como sabés; por cada 2 latidos de mi corazón, uno es por vos.
MARIANO SANTORO

jueves, 8 de diciembre de 2011

Enamorado del amor

Si alguna vez nos sucede que algunos recuerdos se presentan en nuestra vida, incluso en nuestros sueños, significa que hemos pasado bellos momentos.
No es necesaria la cantidad, sino la calidad y la entrega que se ha dado.
En el amor hay varias maneras de demostrar lo que uno siente.
Y recordar, es una de las más bellas.
Que uno no esté al lado de esa persona es solo un detalle.
Obvio que es importante, ya que si importó, hubiese sido maravilloso seguir camino juntos.
Pero la vida sabe de tiempos personales y de superaciones emocionales.
En cada día que vivimos hay amor y hay situaciones que nos remontan a pequeños momentos de felicidad.
Días o noches en que estuvimos con alguien y hoy, en cualquier momento del día o de la noche, están en nuestra mente.
Una canción, una fecha, una carta, un sueño, un hermoso sentimiento de amor.
Todo lo que hace el amor, es manifestarse de diferentes maneras.
En algún instante que nuestra vida se sienta perdida; algo nos llevará a recuperar el camino.
Una imagen será importante para que sigamos caminando, para que sigamos intentando hacer real cada sueño.
Si la alegría se mezcla con la sorpresa es porque un mensaje especial hay para nosotros.
Y sin dejar lo cotidiano, debemos darle importancia, ya que todo tiene un plan maestro.
Cada día somos amor; respiramos amor y tratamos de dar lo mejor de nosotros.
Nos involucramos afectivamente con personas que se cruzan en nuestro camino y seguimos dando amor.
La mayor satisfacción humana es sentirse correspondido en ese bello dar que es el amor y no siempre sucede.
Lo que nos haga bien, lo seguiremos sumando a nosotros; para crecer espiritualmente y sentirnos mejores personas.
Este gran romance que tenemos con la vida, donde amamos lo que hacemos.
Este romance que nos permite crear y creer que todo es posible.
En la igualdad se suma y en la división se resta.
Sumemos amor para acostumbrarnos a seguir dando lo mejor de nosotros.
Amor, es amarte a la distancia.
Es quererte ver.
Es extrañar tus besos y abrazos.
Es sentir lo que siento a tu lado.
Es permitirme ser yo mismo.
Es soñarte y encontrarte en cada sueño.
Es pensarte y saber que estás en mi ser.
Es saber que un lugar en mi corazón te pertenece.
Es mirar cuando cierro los ojos.
Es hacer locuras y divertirnos juntos.
Eso es estar enamorado!
Si alguna vez sentís que te falta algo, estaré.
Si alguna vez tenés miedo, te haré saber que tenés mi confianza por siempre.
Una canción te quitará la respiración, pero yo te daré amor para que vuelvas a vivir.
MARIANO SANTORO

sábado, 3 de diciembre de 2011

Aprender para enseñar

Cuando nací, me crié en un barrio llamado Valores.
Todo el día me la pasaba rodeado de Confianza, de Respeto, de Responsabilidad.
Caminé calles empedradas que me enseñaron a que no todo en la vida es tan simple.
Pero las huellas de mi crianza, ya eran un tatuaje en mi ser.
Seguí haciéndome de amistades; de la Fidelidad, de la Alegría y de la Sonrisa.
En ese trayecto, me vi crecer y aprendí mirando.
Un gran espectador de todo lo que sucedía a mi alrededor.
Oía lo que la gente decía.
Mi vida pasaba por altibajos y la Soledad era la que me escuchaba.
He pensado mucho más de lo que he hecho.
Analista nato; pensador extremo.
Me habían comentado que uno de los mejores amigos que uno pueda tener era el Sentimiento.
Lo conocí a una muy temprana edad y me ha enseñado mucho y aún hoy, lo sigue haciendo.
Ya es parte de mí.
Mis ojos han sido testigo de momentos inolvidables en los que he sido un buen alumno.
Todos los días somos alumnos, maestros y a la vez directores.
Jamás dejaremos de ser estudiantes, porque cada día tiene sus sorpresas y sus maravillas para poder creer que siempre hay algo mejor.
Las pruebas que nos tomarán sirven para saber si siendo alumnos aprendimos y si tuvimos tiempo de hacer la tarea, que es el vivir de la mejor manera y no dejarla pasar sin hacer nada.
El estancamiento no te deja avanzar.
Con cada ser que se nos cruza en la vida aprendemos y será siempre así.
Cada amor que tenemos es como un cuaderno nuevo y tratamos de dejar lo mejor y hacer buena letra.
Podríamos borrar lo que escribimos alguna vez y hasta podríamos romper alguna hoja, pero ese cuaderno es nuestra vida y no debemos permitir equivocarnos.
Tengamos paciencia y miremos todo lo que nos sucede desde otra perspectiva.
Aprendamos a ser mejores personas para poder enseñar nuestros nobles actos en todo lo que hacemos.
Aprendamos a amar de manera incondicional, para enseñar que la felicidad está en dar sin esperar a cambio.
Aprendamos a enseñar y enseñemos que haciendo el bien, una enorme sensación de paz nos llena el alma.
MARIANO SANTORO

martes, 29 de noviembre de 2011

Cambiando la piel

Llega un día en que nos damos cuenta que tenemos marcas en nuestra piel.
Eso sucede cuando en nuestro interior han habido movimientos que nos descolocaron; que nos dejaron algo más que huellas y no todas han sido positivas.
A medida que crecemos, debemos protegernos de todo riesgo, pero no creíamos que también debíamos hacerlo de la gente que nos rodea, de los más cercanos, de los más íntimos.
El dolor está en todos lados y nuestro cuerpo lo sabe, aunque nosotros intentemos no verlo.
Muchas cosas suelen salir a la luz, ya que sino, explotaban en nuestro interior.
Se podría confundir con bronca y con el más inmenso rencor, pero duele que te fallen y en nuestra piel, ya se hicieron arrugas muy fuertes.
Somos vulnerables si somos buenas personas.
Si nos afectan los problemas ajenos; las experiencias de vida y el ver que no todos viven una vida fantástica; eso nos hace cada día más humanos.
Todo es superable aunque en el instante, lo veamos como algo muy lejano.
La vida nos permite vivir etapas y en cada una, le sumamos una nueva capa a nuestro cuerpo.
Una manera de sentirnos protegidos; vamos sumando capas, tapando lo que creemos que podemos salvar; lo verdadero en nosotros.
Debemos guiarnos por nuestro salvador; el que nos hace disfrutar lo bueno y prestar atención a lo otro.
El que nos cuida, el que nos da satisfacción.
El Dios que siempre quiere lo mejor para nosotros y que cuando sentimos que peor estamos, nos hace saber que él siempre está; el que nos hace abandonar esa armadura; esa imagen que ya está cansada de recibir golpes.
El Dios que quiere que seamos tal cual, naturales y que mostrando quienes somos y manejándonos siempre con la verdad, triunfaremos en la vida.
Lo que digan, es problema de ellos.
Los que no tengan una vida, ellos se la pierden.
Los que quieran sumarse a nuestro camino, serán bienvenidos.
Los que quieran sinceridad y amor real e incondicional, los recibiremos con muchísimo placer.
Pueden cambiar las estaciones del tiempo; pueden cambiar las amistades y hasta puede cambiar nuestra piel; pero lo que jamás debe cambiar es lo que somos.
Debajo de la piel, estamos nosotros, la verdadera esencia.
Golpes, cicatrices, heridas o tatuajes no modificarán lo que somos.
Por más disfraces que use la gente, siempre se logra ver el interior de las personas.
Abrirnos al amor; abrirse a la vida y a lo que nos regale cada día.
Abrirnos, ya que al hacerlo estamos dispuestos a lo mejor.
Nos predisponemos a un cambio y si ya notamos que nuestra piel está vieja o arrugada de tanto mal que nos han hecho; te presento al mejor cirujano que existe y que puede hacer milagros en tu piel y en todo tu ser: Dios!
MARIANO SANTORO

sábado, 26 de noviembre de 2011

Un lugar dentro de mí

Uno de los poderes más grandes del ser humano es la vista y mediante ella, se pueden ver millones de cosas agradables.
Muchas son las veces en que deseamos irnos a algún lugar cuando nos pasan problemas que creemos insuperables.
Y esos problemas viajarán con nosotros.
Lo mejor de la vida nos pasa cuando nos damos cuenta que queremos empezar a querer algo que nos haga felices.
Y en esa búsqueda nos cruzamos con situaciones que nos alteran, pero nuestra meta tiene que seguir firme.
Uno va conociendo personas y lugares; va conociendo sentimientos y emociones.
Es probable que haya objetos que nos remonten a días felices que hemos vivido.
La búsqueda de uno mismo es lo que desea mucha gente.
El emprender ese viaje laberíntico hasta llegar a la esencia, al núcleo real que nos permita tener la paz tan necesaria.
Antes, pasaremos por una cantidad enorme de impulsos y cosas que hasta nos arrepentiremos, pero cuando tomamos conciencia que hubo algo que nos hizo mal, alejarnos es la clave.
Decisiones que tomamos luego de haber pasado por tormentosos momentos.
Algunas cosas quedarán en el camino y para los que somos buenas personas, nos dolerá dejar de lado y no es que uno sea insensible y tire lo obtenido; hay sacrificios y siempre los habrá, ya que si no nos cuidamos nosotros y si no nos protegemos nosotros, nadie lo hará.
Recibiremos ayuda, pero dejaremos que la intuición nos haga saber si lo hacen por conveniencia; nadie es tan bueno si no muestra la incondicionalidad y solo deja salir sus diferentes caras.
Abajo de todos los personajes; siempre habrá una persona y esa persona vive, siente, se enamora y quiere ser feliz.
Esa persona es la que busca un lugar y muchas veces no está en lo exterior; ese viaje al lugar soñado es a nuestra paz espiritual; a encontrarnos con nosotros y asombrarnos ya que lo que veníamos viviendo hasta hoy, solo fue una pequeña muestra de la inmensidad de camino por recorrer que tenemos.
Muchos lugares nos pueden embellecer la vista y en mi vida he visto algunos; pero el mejor lugar para vivir es en nuestro interior; ahí, hasta podemos armar una especie de rompecabezas juntando lugares en los que fuimos felices y tuvimos experiencias increíbles.
Un gran collage de sitios para hacer uno solo, ese que está dentro de cada uno, ese lugar que cada uno quiere ocupar en la vida.
Cada día podemos elegir caminar o pararnos a disfrutar del paisaje y es maravilloso hacer eso, mientras sigamos hacia adelante.
Siempre habrá lugares que quedarán grabados en nuestra memoria, incluso en nuestra piel.
Esos lugares son los que nos motivan a seguir sorprendiéndonos; esos lugares nos hacen llorar de alegría creyendo que no podía haber más y siempre hay más.
Siempre habrá amor y todo lo positivo que existe, si tan solo miramos ese paisaje con los ojos del alma.
Mi lugar en el mundo puede estar en algún país o provincia que haya visitado, pero en mi mente estarán siempre.
Vivo en mi corazón, porque soy sentimental.
Me encuentro en los recuerdos porque los he vivido.
Vivo en cada persona que me da su confianza y su amor.
Vivo porque quiero vivir y porque tengo una misión.
Esa misión está en el lugar más preciado que pueda existir y es en mi corazón.
MARIANO SANTORO

martes, 22 de noviembre de 2011

El aire que respiro

La música es el aire que respiro.
Sin ella no podría vivir.
Es la que me remonta, la que me hace viajar a diferentes espacios en el tiempo y recordar y a la vez imaginar.
La música es pasión, es amor en su absoluto núcleo.
Nos transmite infinitas sensaciones en momentos claves.
La música es la mejor amiga que tenemos y que jamás nos fallará.
Al igual que el sol que nos ilumina, siempre estará.
La música es la pareja ideal, la amante eterna.
Cada melodía entra en nuestros poros y se instala, se hace parte de nuestra piel y circula por la sangre de cada vena.
Eso es lo que se logra cuando oímos una canción que nos lleva a hermosos lugares que hemos vivido.
Cuando uno se permite escuchar y dejarse llevar por una melodía, se permite mostrar su sensibilidad.
Al demostrar lo que somos sin miedos, sin verguenzas; somos sinceros, somos lo que queremos proteger de todo lo que nos afecta.
Nos sentimos plenos, aunque haya ausencia a nuestro alrededor.
La música es similar al mar; con la música nos inspiramos y con el mar, dejamos volar y vamos a lugares soñados y nos relajamos.
La música es la gran medicina natural.
Nos sana; nos hace entristecer; nos hace recordar y saber que existió un momento que fuimos felices y que ese momento es musical.
Bellas melodías amigas de letras que nos marcaron y se hicieron tatuaje.
Canciones que ayudan para que a nuestro ánimo, le demos un significado y sentirnos más fuertes.
Adueñate de canciones y amalas, al igual que amás la vida.
Regalá música, porque de esa manera regalás momentos felices!
Feliz día, a la mejor amiga fiel que uno pueda tener!
MARIANO SANTORO

sábado, 19 de noviembre de 2011

Ganador o perdedor

La elección está siempre en nosotros.
Nosotros tenemos el suficiente poder para elegir.
En lo cotidiano, es como si subiésemos a un ring y nos obligan a luchar sin siquiera tener ganas o algún motivo concreto para hacerlo.
Pero la lucha no es de pelea, sino de ser mejores personas.
Siempre habrá perdedores pero no debemos permitir que nosotros pertenezcamos a esa lista.
Si se te presentan oportunidades; porqué no aprovecharlas?
Acaso hay que darle explicaciones a alguien?
Nacemos con un plan que a medida que crecemos vamos encontrando el camino y nos podrían mentir que no es posible ganar siempre; pero esa no es la realidad.
Crecer es muy similar a subir, a ascender.
Pensemos que cada día que nos toca cumplir con nuestras obligaciones estamos frente a un ascensor; es el que nos permite subir de nivel.
También está la opción de ir más abajo de lo que estamos, pero eso sería masoquismo.
Son muchas las veces en que podemos sentirnos muy mal, bajoneados y sin ánimo de nada y vemos que lo que hacemos, no sale de la manera en que lo pensamos.
Muchos obstáculos para un simple humano!
Pero el ganar es mucho más.
Cuando uno ve cumplir sus metas y tanto uno como el resto de las personas ven esos logros; ahí se gana.
Cuando uno tiene un sueño, cuando se imagina algo y de a poco va tomando forma y el triunfo es verlo crecer, al igual que un hijo; ahí también se gana.
Cuando la sonrisa ya se instala en nuestro rostro y se queda a vivir y nos inunda la felicidad; eso es ganar.
Perder, se pierde al abandonar proyectos, ideas.
Se pierde cuando uno se entrega y se deja caer.
Se pierde cuando la autoestima ya no tiene fuerza y el vacío cada vez es más profundo.
Lo primero que debemos hacer es estar firmes, bien parados y creer en nosotros y en lo que somos capaces.
Alejarnos de lo que nos quiere alejar de nuestra meta, de nuestro destino.
Y al estar firmes, abrir los brazos y abrazar a lo que esté por venir.
Mirar que todo lo que creíamos malo, se transforma.
Que lo que nos dijeron, es un chusmerío barato y que en nosotros, está la única verdad.
La verdad es la gran amiga de ganar.
Ganamos confianza cuando somos sinceros y fieles y más, si lo somos con nosotros mismos.
Ganamos fe, cuando esos problemas que creíamos imposibles, van siendo cada día más pequeños hasta desaparecer.
Ganamos seguridad, cuando las personas que nos rodean se alegran de nuestra presencia.
Ganamos, si amamos de manera incondicional.
Ganamos, porque la otra opción no nos gusta y no la queremos para nuestra vida.
Apretá Ganador: Y le ganás a la vida!
MARIANO SANTORO

viernes, 11 de noviembre de 2011

Un día único


Una vez en mi vida, siendo niño, comencé a escuchar música y descubrir que en las letras, me encontraba a mí mismo.
Canciones ajenas que hablaban de mi vida aún sin conocerme.
En cada melodía podía expresar sentimientos y me fui enamorando.
Un día me di cuenta que yo también podía escribir y que podía hacer de mi vida una bella melodía.
Todo es música, todo puede ser amor.
Un día la vida me fue regalando momentos y no en ninguna fecha en especial y pude darme cuenta que todo llega sin esperarlo.
Un día me sentí identificado con el mar, ya que el mar es melodía, es armonía y es ritmo.
La melodía que me hace emocionar y sentir que lo mejor es todo lo que no se ve: lo que se siente.
La armonía para lograr esa paz interna, esa paz mental que necesito para crecer como ser humano.
El ritmo, que me hace bailar en cada situación y comprobar que puedo disfrutar mis movimientos al hacerlo.
Un día pude ver que el mar puede besar la arena y todo se transforma en uno.
El poder de uno sobre uno.
El poder ayudar y sentirse gratificado.
El saber que podemos ser caricias, podemos ser palabras; podemos ser música y podemos reflejarnos en otra persona.
Ese mar transparente donde me acerco y me reflejo y logro ver rostros de personas que pude ayudar, que pude querer y darme cuenta que puedo seguir sorprendiéndome, que cada día es único, que cada ola que llegue a mi vida es para refrescarme y decirme que lo que nos salva es el amor.
Que todo brillo que hay es un sol que nos ilumina.
Que siempre habrá una luna a nuestro lado.
Que cada granito de arena es importante y entre todos hacen una playa, hacen una vida.
Y yo me limité a ser mar.
El que viene y besa la arena, el que juega, el que se divierte, el que está lleno de energía.
El que sabe que la meta es ser feliz.
Bienvenidos al amanecer.
Bienvenidos al mar verdadero.
MARIANO SANTORO

lunes, 7 de noviembre de 2011

Nacimiento de emociones

Si alguien te preguntara: Qué te provoca felicidad?
Cuál sería tu respuesta?
Es muy probable que tu rostro se vaya transformando y se alegre y tome un brillo especial, pensando en una enorme cantidad de cosas que te hacen feliz.
En mí caso; el nacer cada día y sorprenderme, ya que en cada día, Dios me regala oportunidades.
Amanezco, abro mis ojos a la vida y encuentro una cajita que cuando la abro, aparecen oportunidades varias.
Ser mejor persona; poder ayudar a alguien; estar con mi familia; agradecer por estar vivo y sano; poder pedir perdón si hice algo no debido y si me equivoqué.
En cada día, veo y me maravillo por las situaciones; por el amor que las personas buscan y el que ya saben en dónde encontrarlo.
Las que se dejan guiar y se dejan llevar y viven de manera relajada; que disfrutan de todo lo hermoso que tiene la vida.
El arte que nace desde nuestras manos.
Todo lo que podemos hacer con nuestras manos; desde pintar, diseñar, dibujar; hasta saludar, dar cariño, tocar.
Nuestras manos tiene poder curativos.
Todo en nosotros puede tener un poder si dejamos que nazca la misión de cada parte de nosotros.
Utlicemos como guia al corazón para nacer a un nuevo amor.
Dejemos fluir sentimientos, emociones, afecto.
Que nazca de nosotros, desde nuestra esencia, todo lo bello que podamos dar.
Que nazca y que al poco tiempo veamos crecer lo que hicimos y sentirnos felices.
Saber que estamos, que hicimos, que somos, que podemos.
Saber que tenemos la capacidad de dar amor.
Hacer acciones en donde el orgullo de hacerlas, nos llene el alma.
Nacer, porque naciendo crecemos.
Así es la vida!
Así es el amor!
Así somos cada día!
La madre Teresa decía: "Hay gente que muere sin haber vivido".
Está en nosotros dar lo mejor y aunque haya crítica, aunque quieran hacerte daño; deciles que vos te permitís nacer cada día!
MARIANO SANTORO

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Creer en vos

En la soledad te vas a encontrar con vos mismo.
Cuando descubras quién sos y qué misión tenés en la vida, vas a ir modificando costumbres.
Vas a empezar a cambiar cosas, externas e internas.
Incluso vas a ver que tu entorno cambia.
La vida te regala momentos y te da la oportunidad de hacer que sean felices.
Cuando hagas lo que hacés con el corazón, tu cuerpo renace.
Renacer es volver a cambiar, a mutar, a cambiar la piel; a dejar atrás lo que ya no te sirve.
Renacemos cada día y en cada momento podemos mejorar.
No existen límites ya que la sorpresa está siempre delante de nuestros ojos; solo hay que saber observar.
Todos tenemos poderes, todos podemos hacer milagros.
Cuando nos decidimos a abandonar lo que nos daña, hacemos milagros, ya que la fortaleza de caminar positivamente es más fuerte de lo que veníamos viviendo.
Creer en vos, para que crean en vos.
Todo puede cambiar si lo cambiás con el corazón.
Podés creer y crear.
Podés volver y volar.
Podés atar y podés amar.
Creé en tu experiencia; en lo que has vivido.
Creé en lo que sos capaz de dar y de hacer por vos y por los demás.
Si algo no te suma, si algo no te sirve, déjalo ir.
Renovate y no solo de vestimentas.
Vestite por dentro, llená esos espacios con amor real.
Sabías que la tristeza se puede ir con cariño?
Sabías que las lágrimas pueden ser solo de felicidad?
Sabías que dolor puede ser una palabra que no tenés que conocerla?
Podés ser maestra y alumna, tan solo si lo creés.
Cada día nos toman lección y muchas veces no hemos estudiado.
En la vida real, no hay ensayos; solo improvisación y debemos caer bien parados.
No dejes que influyan y cambien lo que has cosechado.
Las siembras ajenas no siempre son mejores que las tuyas.
Nadie puede sembrar por vos y no dejes que levanten lo que cosechaste.
Creé en vos y creé que aún tenés mucho por crecer!
MARIANO SANTORO

domingo, 30 de octubre de 2011

La verdadera unión

Permitirse sentir el sabor de la vida.
Asombrarse de lo que la vida nos tiene cada día.
Saborear lo que nos gusta.
Sentir lo que nos mantiene vivos.
La verdadera unión es con nosotros mismos.
Al conocernos y encontrarnos, conocemos y encontramos lo que queremos.
Cuando viajamos hacia nuestro interior; ese gran laberinto que a modo que vamos llegando a la esencia, nos damos cuenta que está lleno de paz y armonía.
Cuando nos unimos a personas que piensan y quieren vivir de la misma manera que nosotros; se llama comunión.
Cuando logramos armar una salida, se llama una reunión.
Ambas palabras comparten la unión.
Comunicarnos de diferentes maneras para unirnos.
Mediante el abrazo, expresamos cariño y confianza en la otra persona.
Demostramos que estamos y somos parte de sus momentos positivos y de los otros.
En la unión, se encuentra el cariño sincero.
En la mirada confirmamos lo buenas personas que son los que nos miran con el corazón.
Al liberarnos de prejuicios o palabras que se han dicho sobre nosotros; nos damos cuenta del tiempo que perdimos con personas que no valen la pena.
Todos sabemos caminar, pero no todos seguimos el mismo camino.
Todos sabemos hablar, pero cada uno tiene su idioma.
Todos sabemos decir, pero no todos pueden sentir lo mismo que nosotros.
Abrazarnos por una misión; por un estilo de vida.
Juntarnos y unirnos; crear un círculo que crece ya que muchos quieren sumarse al maravilloso camino de la felicidad.
Cada color, cada pensamiento; cada mano de cada cuerpo se manifiesta cuando nos unimos, cuando nos abrazamos.
Todos tenemos la capacidad de amar en todas sus expresiones.
Se ama con el corazón y con toda la fe de que se puede.
Ese corazón debe ser protegido; lo más valioso que llevamos en nuestro ser tiene que ser cuidado y con la unión, se logra!
El cuerpo se relaja cuando sabemos que tenemos a alguien en quien apoyarnos y en quien confiar.
La mente solo piensa en el placer de estar rodeados de gente bella por dentro.
La sonrisa y la alegría de saber que al volver a nuestras obligaciones, hemos tenido un hermoso momento para compartir; eso es la verdadera unión, la que se hace con el corazón.
MARIANO SANTORO

miércoles, 26 de octubre de 2011

Hacia dónde crecemos ?

La gran maravilla de la vida: Nacer!
Nacemos con una misión y cada día le vamos sumando otras.
Metas, proyectos y sueños que queremos convertirlos en realidad.
De niños nos vamos fortaleciendo con las caídas, nos tropezamos varias veces hasta que nos damos cuenta que eso nos duele y nos dejan cicatrices que nos afean el cuerpo.
No sentimos culpas, ni miedos, ya que todo está permitido, todo es libre y todo lo vivimos con alegría y nos reímos de todo.
En un día que ni siquiera nos damos cuenta, ya nos sentimos adolescentes; la gran etapa donde se presentan miles de preguntas y ni sabemos que existen respuestas para todas ellas.
Vamos buscando sin saber qué buscar.
Retos que nos pone la vida o nosotros mismos, para probarnos que somos capaces y que nos valoramos como personas.
Cada época tiene sus pros y contras.
Cada etapa debemos superar a la anterior.
Eso se llama crecimiento.
Se crece por dentro y crecemos al igual que un árbol.
Echamos raíces cuando estamos bien parados sobre la tierra.
Vemos crecer cada rama, cada amor, cada cariño que recibimos de la naturaleza.
Nos llenamos de luz solar, ese sol que nos da la vida y que nos ayuda a descubrir que hay y que existen los amaneceres hermosos; que hay lugares bellísimos por conocer y que dentro de nosotros hay mucho más por conocer.
Ese gran laberinto llamado cuerpo donde el centro se llama esencia.
Un núcleo lleno de lo que aún no te atreviste a soñar, ya que no creíste que exista algo tan hermoso y tan profundo como tu propio ser.
Se crece al caminar, ya que vemos piedras en el camino y solo levantando las piernas, las pasamos.
Pero todo camino no es llano y fácil, por eso la recompensa es inmensa cuando podemos pasar todos los obstáculos para llegar a ese sol interno que nos da vida.
Dios está en nosotros y a medida que vamos acercándonos hacia él; vamos logrando la adultez emocional.
La sensibilidad es recuperada y todo lo bueno que tuvimos y hasta lo que no creíamos que podríamos tenerlo, se hace real.
El amor está y siempre estuvo, solo que tuviste otras prioridades y lo dejaste un poco de lado.
Pero el amor jamás se fue de vos; el amor puro nunca te abandona.
MARIANO SANTORO