Diferentes situaciones tuvieron como consecuencia que tomes fuertes decisiones.
Los ladrillos comenzaban a edificar tu espacio personal.
Un gran muro se elevaba para protegerte, incluso de vos misma.
Hay veces en que los pensamientos se mezclan y pierden el rumbo.
Te cansaste de hablar con espejos, pero esa imagen fue la que se fortaleció.
Un nuevo reflejo aparecía cada día y salía para brillar.
Fuiste viajando por tus emociones hasta llegar al corazón.
Y descubriste que la llave, siempre estuvo en vos.
Tu ser liberó una hermosa energía.
Fuerza extremadamente poderosa que volvió a tomar sabias decisiones.
La libertad estaba a tan sólo una vuelta de tus viejos rencores.
Todo se fue transformando en luminoso.
Todo se fue abriendo mágicamente.
En tu espalda sentiste que florecía algo especial que nunca habías experimentado.
Eran las alas dispuestas a darle vida a tu cuerpo.
Abriste tu cárcel, abriste tu mente y tu corazón abría las puertas para que salga todo el amor divino para abrir nuevos caminos.
La poesía de tus noches, pusieron romanticismo a tus días.
Tu autoestima estaba firme y con ganas de empatizar.
Abraza tu libertad, ya que la misma será la entrada a la esencia de los que se crucen en tu vuelo.
MARIANO SANTORO
