Las bellas decisiones, salen del corazón.
El rumbo, lo marcará nuestro GPS interno.
El camino de fe, lo podremos hacer si estamos bien con nosotros mismos.
Y lo iremos mejorando, porque nuestro ánimo, al enfrentar un nuevo desafío, se potenciará.
Sabemos de caminos con obstáculos.
Sabemos que hay carreras profesionales que duran años.
Y la mejor carrera, es la que disfrutamos el viaje.
Una compañía, siempre suma si nos motiva a ser mejores personas.
Y las metas que se decidan entre ambos, llegarán si se dejan sorprender.
No hay manual de instrucciones para amar.
Es un estado en el cual debemos dejarnos fluir.
Las ideas que el cerebro arma y diseña, toman fuerza hasta hacerlas realidad.
Y llegar a sentir como siente nuestra compañía, es la mejor conexión que pueda existir.
No importa cuán altas sean las montañas a subir, ni los desafíos que se presenten, porque sentiremos la caricia al alma.
Ese mimo genuino que sale del amor que uno tiene de la vida y de saber compartir.
Brindar la mano para ayudar, brindar por los logros, brindar por el trayecto.
Celebrar cada instante en el que somos parte de la mente y del cuerpo de la otra persona.
Y hacerle saber que estamos; más allá del tiempo.
Porque el mejor espacio, es hacernos un lugar en su corazón.
MARIANO SANTORO
