Nazco en un nuevo día y siento que la luz que emana de mis ojos, dice que hoy es posible.
Todo lo que pueda encarar, será posible si así lo creo en mi corazón.
La posibilidad de poder encontrarme con las oportunidades que desde hace tiempo la vida me tiene reservada, me generan una energía especial.
Sé que es probable, ya que este es el momento indicado para disfrutar en todo lo que se presente.
Las eventualidades han estado siempre en mi vida y he sabido darles el significado correcto para que sirvan de aprendizaje.
Mi mente ha estado ejercitando posibilidades y cuando me decidí darles pensamientos positivos, las mismas se fueron transformando y ya listas a hacerse realidad.
Hoy es el día favorable, porque me he hecho el gran favor de seguir caminando hacia el destino elegido.
Todo es aceptable mientras sea para crecer.
Admito que la vida me ha dado golpes y admiro la capacidad de haberlos superado, porque eso es posible si uno lo siente en el alma.
Muchas veces me he impuesto metas, pero no se cumplen en el tiempo humano, sino cuando Dios dispone que así sea.
Tengo al alcance de mi mano, las maravillas que jamás imaginé, porque hubo un tiempo en que estaba limitado; hasta que abrí mi corazón.
Siempre he sido un hacedor, porque sentí que al accionar desde el amor, todo es posible.
Y la causalidad en este crecimiento, es lo que mi interior ha estado escuchando desde el primer día y me lo fue susurrando de a poco.
Y los tiempos llegan para dejar enseñanzas y aunque suene arriesgado, tienen un porqué y un motivo.
Sé que ocasionalmente uno puede distraerse y frenar o tomar un breve descanso y es necesario para juntar fuerzas y continuar.
Virtualmente somos tan reales que cuando nos enfrenta la misma realidad, nos creemos lo que decimos.
Y esas palabras que transmitimos a los demás, a modo de consejo, de abrazo, de aliento, de esperanza, son oportunas incluso para nosotros.
Aún sigo creyendo que los bienes más importantes son los que tengo en mi interior.
Y todo mi holístico ser, se expresa y dice que hoy es posible y es cuando una potente luz, me guía hacia el amor verdadero.
MARIANO SANTORO
